Los palillos coreanos (젓가락) son inusuales y únicos. De hecho están hechos del mismo material que los cubiertos occidentales, de acero inoxidable, y son los únicos del continente asiático que se fabrican con este material. Junto a los palillos se utiliza una cuchara (숟가락), que se usa sólo para la sopa y el arroz, y el conjunto de ambos utensilios recibe el nombre de sujeo (수저). De acuerdo con la tradición coreana los palillos tienen que estar situados a la derecha de la cuchara. Encontramos varias razones por las que en Corea los palillos están hechos de acero inoxidable. Una de ellas remonta el origen de los palillos de metal al reino de Baekje (18 a. C.- 660), cuando la familia real usaba los palillos de plata para detectar el veneno en la comida. Así conseguían echar a perder los planes de sus enemigos, pues el cambio de color que se produce en la plata al entrar en contacto con un producto químico venenoso les alertaba del intento de envenenamiento. Se cree que los plebeyos de este reino, en su intento de asemejarse a su rey, adoptaron los palillos de acero inoxidable. Una segunda razón manifiesta que el uso de palillos de acero inoxidable, en lugar de los habituales de madera o bambú que permiten agarrar con mayor facilidad alimentos como el arroz, se debe precisamente a que los coreanos utilizan una cuchara para comer el arroz. Para suplir la desventaja de los palillos de metal a la hora de agarrar determinados alimentos, es habitual encontrar hendiduras en los extremos que los hacen más ásperos. Otra razón que se baraja es la escasez de madera en Corea del Sur tras la Segunda Guerra Mundial, unida a un excedente de metal (principalmente chatarra). Sea cual sea la razón, a día de hoy el uso de este material es preferido por los coreanos por ser más higiénico y más respetuoso con el medioambiente. Referencias Dang, L. (2016). Why Koreans Use Metal Chopsticks? Nextshark. Korea: Why Metal Chopsticks? Gastro Tour Seoul. Let’s Talk Chopsticks. Tasty Island.
El jeong coreano
Cariño, amor, afecto, ternura y pasión son los significados que encontramos en el Diccionario de Naver (el principal portal de Internet de Corea del Sur) cuando buscamos la palabra coreana jeong (정). Pero, ¿qué es exactamente jeong? ¿Puede una mismo término expresar sentimientos tan distintos? En este artículo trataremos de esclarecer el significado de este peculiar sentimiento que se atribuye a los coreanos. Antes de adentrarnos en las características que definen el sentimiento jeong, debemos liberarnos de la idea de que se trata de un sentimiento que pertenece únicamente a los coreanos. En cierta parte, esta afirmación no es del todo incorrecta, pero no porque aquéllos sientan de una manera distinta al resto de la humanidad, sino porque su idioma tiene una palabra específica para designar este tipo de sentimiento que no encontramos en otros idiomas como español o inglés. Es más, sus vecinos Japón y China también incluyen este sentimiento en su cultura, y el carácter chino que lo representa es usado en los tres países. Ahora bien, el significado que se atribuye a dicho sentimiento varía, aunque sutilmente, en cada uno de aquellos países. En el caso de Corea el significado es más amplio y engloba los conceptos de la cultura china y japonesa. Jeong es difícil de definir, incluso en el propio idioma coreano. La primera vez que el individuo experimenta jeong es cuando su madre lo sostiene entre sus brazos, de ahí que algunos expertos consideren que su significado es, en términos freudianos, preverbal (se experimenta antes de la adquisición del lenguaje). Podemos entenderlo como una amalgama de sentimientos tales como el amor, la pasión, la simpatía, el cariño, el apego y el afecto. Aún así, todos ellos no acaban de manifestar el sentido adecuado de jeong. Por un lado podemos entender que jeong implica una profunda conexión hacia algo, hasta el punto de que lo sentimos como parte de nosotros. Este sentimiento puede darse hacia otra persona, pero también hacia un animal, un objeto (una casa, por ejemplo) o un lugar (aquél donde naciste). Se trata de un estado de confort y familiaridad hacia algo que sientes inseparable. En las relaciones interpersonales se parece a los complejos vínculos de apego que se desarrollan en las relaciones matrimoniales maduras. Se trata de un sentimiento más duradero que el amor. Por otro lado, jeong es el sentido de preocupación y atención por los demás, intrínsecamente relacionado con la colectividad que caracteriza a la sociedad coreana. Esta idea de cuidar de los demás y situar su bienestar por encima del tuyo se experimenta día a día entre los coreanos. Compartir la comida o querer pagar la cuenta del restaurante son algunos ejemplos. Cuando un extranjero llega a Corea experimenta estas muestras de afecto y hospitalidad coreanas. Así lo describe una chica española, quien tuvo varias experiencias de este tipo a su paso por Corea del Sur: Me acordé entonces de (…) aquel señor al que un día preguntamos dónde encontrar la estación de metro más cercana y, temiendo que nos perdiésemos, nos acompañó caminando veinte minutos. Al final, el propio señor se perdió, pero hasta que no nos dejó en la misma entrada de la parada y se aseguró de que estábamos bien no se despegó de nosotros con una sonrisa y una inclinación de cabeza. El sentimiento jeong está tan arraigado en la sociedad y cultura coreana que no podríamos encontrar un mejor símil que el descrito por la autora K. Connie Kang: Para aquellos que nacimos en Corea, tratar de vivir sin jeong es como comer tres comidas al día sin arroz. Referencias Chung, C. K. & Cho, S.. Significance of “Jeong” in Korean Culture and Psychotherapy. Harbor-UCLA Medical Center. Gi, Heung, Jeong Culture. Visit Korea. Jeong. Naver Diccionario. Jeong and Han, a look at the Korean psyche. Yujin is huge. Moon, L. (2012). Jeong, Connecting to the Heart of Everything. Body&Brain. Moreno, M. (2015). El «jeong», o ese apego que se crea entre la gente. Derivasia. The word ‘Jeong’. Metadesigners.
Hangul: el alfabeto coreano
En todos los países del mundo existen días para conmemorar diferentes acontecimientos (creación del país, eventos religiosos, aniversarios de constituciones…), pero de entre todos los motivos para proclamar un día festivo, celebrar la creación de un sistema de escritura no es demasiado común. En Corea del Sur se celebra cada año el aniversario de la invención del 한근 (hangul o, en ocasiones, hangeul) y la historia de este sistema y su importancia para el país seguro que te sorprenderán. El origen del coreano es aún hoy en día una cuestión abierta a debate ya que no existen pruebas suficientes para asegurar su procedencia o sus relaciones exactas con otros lenguajes. Se cree que está agrupado bajo el paraguas de las lenguas altaicas, junto con (entre otras) las lenguas túrquicas y mongólicas, pero se siguen realizando estudios que certifiquen esta teoría en su totalidad. Durante siglos, el idioma coreano no contó con un sistema de escritura propio. La influencia de China sobre la Península Coreana llevó consigo el sistema de escritura chino, siendo la llegada del budismo en el siglo IV el principal detonante de dicha expansión. En coreano, estos caracteres adoptados para transcribir el idioma son denominados 한자 (hanja). Tras la adopción de este sistema surgieron dos estrategias que acercaban la escritura a un plano más puramente coreano: la escritura 이두 (idu), consistente en usar hanjas y otros símbolos para marcar en los textos rasgos propios del habla coreana, y el sistema 구결 (gugyeol), en el cual se añadían marcadores a los textos escritos con hanjas para señalar el orden de la oración (las oraciones en chino tiene una estructura sujeto-verbo-objeto, mientras que en coreano ésta es sujeto-objeto-verbo). No fue hasta algo más de un milenio después de la entrada del budismo en Corea cuando los coreanos comenzaron a utilizar un sistema de escritura creado íntegramente para su idioma. Hasta el momento, y aunque eran lenguajes diferentes, el compartir un sistema de escritura hacía que los que hablaban chino pudiesen comprender todos los textos coreanos, dándoles una gran ventaja sobre el pueblo coreano a la hora de interceptar comunicaciones y conocer sus planes. Durante siglos, Corea había sido víctima de ataques e invasiones por parte de China y contar con un sistema de escritura propio era una forma de hacer más evidente su autonomía e independencia de la potencia del norte. En 1443, el rey Sejong “El Grande” de la dinastía Joseon, presentó al pueblo coreano un alfabeto con el que plasmar su idioma para no tener que utilizar nunca más el sistema de escritura chino. Fue en ese año cuando el soberano mandó publicar una obra titulada 훈민정음 (Hunminjeongeum) “Los Sonidos Correctos para Instruir al Pueblo” que contenía todos los detalles sobre el que sería su nuevo sistema de escritura: el 한글. Esta obra constaba de dos volúmenes: uno de apenas cuatro páginas en el que se enseñaba el nuevo alfabeto y otro mucho más largo y denso, destinado principalmente a estudiosos de la lengua, que contaba con todos las características del nuevo sistema. Aunque siempre se atribuye la creación del alfabeto coreano al rey Sejong (se dijo que casi perdió la vista debido a su trabajo), se cree que contó con la ayuda de expertos en la lengua coreana y que su trabajo pudo durar alrededor de veinte años. Sin embargo, él es el que más se esforzó por dar al pueblo una herramienta válida para escribir en su propio idioma. El nuevo sistema de escritura contó originalmente con 28 caracteres, hoy en día se utilizan 24. La forma de escribir las consonantes refleja la posición de la lengua en la boca al decirlas. Por ejemplo: la letra ㄱ representa el sonido /k/-/g/ ya que, al pronunciarlo, la lengua presenta una colocación similar. Las de las vocales principales del alfabeto (ㅇ, ㅡ, ㅣ) representaban el cielo, la tierra y el hombre, siguiendo principios de la filosofía confuciana. Sejong “El Grande” pretendía que cualquiera pudiese aprender a escribir el hangul. El rey sabía que para todos aquellos que no eran eruditos o estudiosos era casi imposible poder escribir, ya que desconocían la escritura china y no tenían medios para aprenderla, siendo este un proceso que requería años (había miles de hanjas). El hangul pretendía posicionarse como una opción, no solo adecuada para los coreanos ya que estaba hecho a la medida de su idioma, sino también muy comprensible ya que fue concebido como un sistema muy fácil de aprender. Esta idea fue expresada por el rey en el Hunminjeongeum: “Un hombre sabio puede aprender el alfabeto en una mañana, uno necio puede hacerlo en no más de diez días.” Hoy en día se cree que es la facilidad para aprender el hangul lo que hace que la tasa de alfabetización en Corea roce el 100%. Los textos en coreano antes de la divulgación del hangul eran difíciles de leer, ya que presentaban diferentes sistemas mezclados, ninguno de ellos parecía ser dominante y ninguna estrategia de escritura estaba generalizada, así que el proceso de escritura e interpretación dependía de aquel que lo utilizase. Tras la llegada del nuevo sistema, los escritos en coreano comenzaron a ser perfectamente legibles e interpretables ya que contaban con un método estandarizado. Aunque el hangul comenzó a extenderse desde que fue presentado, no fue totalmente generalizado en el territorio hasta los siglos XIX y XX por diversos motivos. Casi cuarenta años tras la muerte de Sejong llegó al trono el rey Yeongsangun. Al ser su madre asesinada por miembros de la corte (agredió a su marido, el rey), su hijo comenzó a mostrar su naturaleza violenta y tiránica cuando accedió al trono. El pueblo, en contra de las acciones de su monarca, creó carteles escritos en hangul en los que mostraba su descontento. Debido a esto, el rey prohibió el uso de este sistema de escritura y mandó quemar montones de libros que habían sido escritos hasta esa fecha usando el método creado por uno de sus antecesores. Tras este reinado, sucesivos monarcas no
¿Qué personalidad tienes?
Normalmente, cuando alguien te pregunta cuál es tu grupo sanguíneo, el motivo suele ser médico… A no ser que te encuentres en Corea del Sur. La idea de unir personalidad y características corporales ya la mencionaron en su tiempo Aristóteles (buscando la correlación entre emociones y sangre) e Hipócrates, un médico que relacionaba los cuatro humores corporales (bilis negra, bilis amarilla, flema y sangre) con cuatro los cuatro temperamentos básicos (sanguíneo, colérico, melancólico y flemático). En 1927, Tokeji Furukawa realizó un estudio cuya conclusión fue que la sangre humana era uno de los factores más influyentes en el temperamento. Tras el de Furukawa, se realizaron muchos estudios académicos con resultados dispares. Con el paso de las décadas y la disponibilidad de tecnología más avanzada, diversos científicos intentaron demostrar que tener cierto grupo sanguíneo era la causa de mostrar uno u otro temperamento, pero no se obtuvo ningún resultado concluyente, ya que incluso cuando se estudiaba el mismo grupo se obtenían resultados diferentes. En 1971 el periodista japonés Masahiko Nomi publicó un libro en el que recuperaba la teoría de la relación entre el grupo sanguíneo y las emociones y, aunque sus argumentos fueron tomados como “anecdóticos” por la comunidad científica, la obra tuvo un gran impacto en la sociedad, convirtiéndose en best-seller en Japón. Pero no solo en Japón esta teoría cuenta con seguidores: también se extendió por Corea. Si estás familiarizado con los dramas y los varieties coreanos, habrás visto en alguna ocasión cómo explican que alguien individualista que no trabaja bien en grupo sea de esa forma porque su grupo sanguíneo es B o que alguien que dice lo que piensa y actúa como un líder lo haga porque es 0. Aunque, como ha sido mencionado, fue Japón donde esta idea volvió a retomar importancia en la década de los 70, en Corea del Sur también fue recibida y es uno de los pocos países en los que aún a día de hoy muchos siguen pensando en ella de forma habitual para explicar por qué ciertas personas actúan de una u otra forma. Podría decirse que los grupos sanguíneos se usan en Japón y Corea como en otros países utilizamos los signos del zodíaco. Los rasgos principales de los diferentes grupos son: Grupo A: amables, hospitalarios, en ocasiones evitan expresar su opinión para no provocar conflictos, saben mantener la calma en momentos de crisis, trabajadores y muy responsables. Sin embargo, son muy perfeccionistas y esto puede hacer que sean tozudos en exceso y que no avancen en su vida hasta que no sientan que todo les satisface por completo. Grupo B: creativos, apasionados, sin miedo a pensar de forma diferente, se adaptan fácilmente a las circunstancias, se sienten solos con facilidad, impacientes y en ocasiones, no persiguen sus objetivos hasta el final si el camino es demasiado difícil. Este grupo se enfrenta a un ostracismo por parte de aquellos que creen ciegamente en esta idea debido a que son muy individualistas y no dudan en hacer lo necesario para salirse con la suya. Esto hace que sean vistos como malos a la hora de trabajar en grupo, lo cual es visto con malos ojos. Grupo AB: persiguen sus sueños e ideales hasta el final pero no por ello dejan de ser racionales, sensibles, adictos a la literatura y les gusta aprender tanto como pueden, en ocasiones indecisos y tímidos, pareciendo distantes y desconfiados. Algo negativo es que, debido a su personalidad sensible, puede que no perdonen con facilidad y no olviden las ocasiones en las que alguien les hizo daño. Grupo 0: apasionados y fuertes en momentos de adversidad, ambiciosos, optimistas, creativos desde un punto de vista útil, líderes por naturaleza y populares. Su gran confianza en sí mismos y sus ideas puede hacer que sean soberbios, dramáticos y no les importe pisar a los demás para conseguir lo que quieren. Aunque hoy en día es conocido por la sociedad que el fundamento de la teoría que relaciona grupo sanguíneo y carácter es cercano a inexistente, en Corea del Sur muchos siguen pensando en ello como una tradición más, a veces con demasiado fervor. No es raro que se desaconseje una relación con alguien del grupo B ya que contra ellos pesa el argumento de que son individualistas en exceso y piensan demasiado en su propio parecer. Sin embargo, las generaciones más jóvenes utilizan la idea como algo puramente teórico, sin llevarlo a extremos. Referencias: Blood Types. Korean Wiki Project. Blood Type Personality Traits in Asia. Psychologia. Evans, R. (2012). Japan and blood types: Does it determine personality? BBC. Fukue, N. (2008). Blood types — do they shape a personality or mere stereotypes? The Japan Times. It’s all in your blood: Korean blood type superstitions. Beyond Hallyu. Lee, A. How Koreans Determine Personalities Through Blood Types. SeoulSync. Rogers, M., & Glendon, A. I. (2003). Blood type and personality. Personality and Individual Differences, 34(7), 1099-1112. The importance of blood type in Japanese culture. JapanToday. Wu, K., Lindsted, K. D., & Lee, J. W. (2005). Blood type and the five factors of personality in Asia.
Día blanco/día negro
En Corea del Sur hay dos cosas que priman sobre todas las demás: el culto a la pareja y la necesidad de mostrar a todos la felicidad personal. Ambos elementos se unen en un día conocido en todo el mundo como es el de la festividad de San Valentín, pero en Corea éste día se ve complementado por otros dos: el Día Blanco y el Día Negro. La celebración de San Valentín en Corea del Sur difiere un poco de la que se da en otros países. En el caso de Corea, en este día no se produce un intercambio de regalos entre los miembros de una pareja, sino que son las chicas las que entregan regalos a los chicos, siendo estos regalos normalmente bombones. Durante los días previos al 14 de febrero se producen largas colas en las pastelerías de todo el país, las cuales intentan contentar los deseos de sus clientas con productos personalizados para complacer todos los gustos. Si bien San Valentín, aunque diferente, es celebrado en todo el mundo, el Día Blanco es algo típicamente asiático. Nacido en Japón, esta celebración pronto se extendió a otros países, entre ellos Corea del Sur. La compañía que creó este día tenía como intención que el producto a regalar fuesen marshmallows (nubes, malvaviscos) y llamó a este día “Marshmallow Day”, pero el concepto original no tardó en cambiar y, una vez que este día se asentó, era típico regalar chocolate blanco y otros dulces blancos. Aunque el día sigue llamándose Día Blanco, ya no es costumbre regalar tan solo productos de este color. Este día es considerado como la segunda parte del día de San Valentín. Si el 14 de febrero las chicas entregan regalos a los chicos, el 14 de marzo es el momento en el que ellos devuelven el gesto. En Corea del Sur esto se traduce en miles de novios entregando regalos a sus novias. Éstos son, por lo general, caramelos y chucherías, siendo los Chupa-Chups uno de los productos más vendidos en este día. Ya que el amor cuenta con dos celebraciones, en Corea del Sur se vio necesario establecer una festividad para que todos aquellos que no habían recibido regalos durante San Valentín o el Día Blanco pudiesen reivindicarse: el Día Negro. Cada 14 de abril tiene lugar en Corea del Sur el Día Negro. En este día, miles de solteros y solteras visten de negro y se reúnen con sus amigos sin pareja para compartir sus penas y quejarse de lo injusto de su soltería. En estas reuniones se come jjajangmyun. Este plato está compuesto por fideos y una pasta de alubia negra, lo que le da un color oscuro muy adecuado para el día. Además, el jjajangmyun es considerado como un plato reconfortante, algo así como lo que ocurre en otros países cuando se está triste y se come helado de chocolate. En Corea del Sur hay muchas otras celebraciones del amor no oficiales. La mayoría tienen lugar el día 14 de cada mes. Referencias Cha, F. (2013). In South Korea, Valentine’s Day is all about the men. CNN. Harvey-Jenner, C. (2016). There’s a day for single people in South Korea where they all get together and eat comfort food. Cosmopolitan. Robins-Early, N. (2015). Alone On Valentine’s Day? South Korea Has A Holiday Just For You. The Huffington Post. Smith, K. A. (2013). Korea’s Black Day: When Sad, Single People Get Together And Eat Black Food. Smithsonian.
Jeju haenyo, las buceadoras de la isla de Jeju
El hecho de que una mujer bucee no es algo novedoso, pero, ¿y si esa mujer tiene más de ochenta años y se sumerge hasta diez metros aguantando la respiración durante un minuto para recolectar moluscos? En ese caso, el hecho es algo extraordinario. Estas mujeres han existido en Corea durante años. Ellas son las 제주해녀 (jejuhaenyo): las buceadoras de Jeju. La isla de Jeju, al sur de la Península Coreana, es un destino turístico clave en Corea del Sur. Sus playas paradisíacas, volcanes inactivos, rico folclore y abundante naturaleza hacen de la isla un lugar de ensueño para unas vacaciones. Jeju cuenta también con tradiciones centenarias, algunas de las más reconocidas e importantes del país. Las conocidas como 제주해녀 (jejuhaenyo) son el pilar de una de esas tradiciones. Las haenyo son mujeres buceadoras de la isla de Jeju. Durante siglos, estas mujeres han trabajado recolectando moluscos en las costas de la isla. Su técnica de trabajo apenas ha cambiado en toda su historia: durante siete horas al día y noventa días al año (variando según la estación del año), se sumergen a hasta veinte metros bajo el agua aguantando la respiración hasta dos minutos. Hace años se sumergían con trajes de algodón, lo que hacía la tarea mucho más difícil debido en gran parte a las bajas temperaturas del agua del mar. Aunque los utensilios para su trabajo han evolucionado muy poco en décadas, hoy en día suelen visten trajes de neopreno. Utilizan también simples máscaras de buceo y enganchan pesos en su cintura para poder hundirse más rápido. Llevan consigo una red en la que van depositando todo aquello que recogen, la cual va unida a una boya para que pueda flotar. Algo que destaca notablemente sobre las haenyo es sin duda la edad de muchas de ellas. Hoy en día las más jóvenes rondan los cuarenta, mientras que las mayores alcanzan los noventa. A medida que alcanzan los ochenta y noventa años, las buceadoras reducen el número de días en los que trabajan, sin llegar a dejar por completo su labor. Convertirse en una de estas buceadoras es un proceso que puede durar hasta siete años. Es un proceso difícil en el cual las más veteranas enseñan a las más jóvenes. Las haenyo siempre trabajan juntas y las más experimentadas y con un mayor conocimiento del mar cuidan y guían al grupo. Estas mujeres son, ante todo, como una gran familia. Otro elemento particular sobre estas mujeres tiene que ver con su técnica de respiración. Cuando se sumergen pueden mantenerse bajo el agua hasta dos minutos aguantando la respiración. Una vez que vuelven a la superficie emiten un sonido similar a un silbido, producido cuando expulsan el dióxido de carbono de su organismo antes de coger oxígeno para volver a sumergirse. Las costas de Corea han sido tradicionalmente un lugar idóneo para recolectar moluscos, provocando que la profesión de las haenyo se popularizase. Hace siglos, el abulón (u oreja de mar) era un molusco considerado una delicatessen entre los miembros de la alta sociedad. Tal fue su importancia que llegó a exigirse como pago de un impuesto. También las perlas eran muy apreciadas: eran ofrecidas al rey como regalo. Cuando la técnica de recolección utilizada por las haenyo comenzó, el número de hombres que realizaba este trabajo era mayor que el de mujeres. Este hecho cambió en el siglo XVII, debido en parte a que muchos de los trabajadores perecían en accidentes en el mar y a que los hombres que trabajaban estaban sujetos al pago de un impuesto del cual las mujeres estaban exentas. Otro de los motivos que inclinaron a las mujeres a bucear para poder seguir adelante es el hecho de que ellas tienen más grasa corporal que los hombres, por lo que pueden aguantar mejor el frío (a veces extremo) del mar. El hecho de que fueran ellas las que trabajasen y llevasen el sustento a casa cambió la estructura social de Jeju. En la isla de Jeju hubo durante siglos un sistema social basado en la mujer como cabeza de familia, un hecho muy destacable si se tiene en cuenta la importancia capital del Confucianismo en todo país. El Confucianismo avocaba por una sociedad patriarcal, en la que el hombre era el cabeza de familia y podía gozar de estatus e importancia, mientras que la mujer estaba siempre subordinada a él. Este pensamiento dominó Corea durante siglos y estaba muy presente en la sociedad en el momento en el que las haenyo ganaron importancia. Ya que, cuando los hombres salían a pescar pasaban largos períodos fuera, eran las mujeres las que debían ocuparse de todo en su ausencia. Con el cambio de roles durante el Siglo XVII y el comienzo de la historia de las haenyo, la importancia de la mujer en la vida diaria de la isla fue en aumento. Ellas eran las encargadas de recoger los productos con los que pagar tributos así que solo esto ya les confería una gran importancia, aunque esta no fuese oficialmente reconocida en la época. Con su duro trabajo, las mujeres que trabajaban en el mar conseguían llevar a sus hogares ingresos que los hombres en determinados momentos de la historia de la isla no podían conseguir. Si bien durante el siglo pasado el número de haenyo rondaba las treinta mil, la cifra ha descendido drásticamente durante las últimas décadas y apenas alcanza las quinientas. Hoy en día, las jóvenes de la isla no quieren seguir con la tradición de sus abuelas. La juventud de Jeju prefiere ir a la Península para estudiar o encontrar un trabajo que no encuentran en la isla. Aún así, y debido a la gran importancia que han tenido estas trabajadoras durante la historia de Jeju, a día de hoy están más protegidas que nunca. El gobierno las apoya para intentar que la profesión no se extinga por completo. Cuentan con un museo en Jeju, dedicado a contar su historia y mostrar al público cómo era y
Jjimjilbang, sauna coreana
Los 찜질방 (jjimjilbang, baños públicos) son un elemento fundamental de la cultura popular coreana. Distribuidos por todo el país, estos baños son lugares en los que relajarse y desintoxicar la piel, aunque no solo eso: hoy en día es posible quedar con amigos en ellos y pasarlo bien durante unas horas (o incluso unos días, ya que abren las 24 horas). Así que, ¿cómo son estos lugares? Aunque los hay de diferentes tipos y niveles de “lujo”, todos los 찜질방 ofrecen unos servicios básicos comunes y funcionan de una forma similar. Estos baños públicos son en realidad una mezcla entre un baño y un spa y presentan dos zonas diferenciadas como son la de los baños y la del ocio o, lo que es lo mismo: la zona diferenciada por sexos y la zona mixta. ¿Por qué están los baños para hombres y mujeres separados? A diferencia de un spa tradicional, en este lugar del 찜질방 lo habitual es ir desnudo. Pero vayamos por partes. Al acceder al 찜질방 deben dejarse los zapatos en una consigna en la entrada. Tras pagar la tarifa (normalmente entre 2 y 10€, aunque puede ser más dependiendo de lo que ofrezca el lugar) y entregar la llave de la consigna se entrega una llave para que el cliente deje sus posesiones en otra consigna. Esta llave puede funcionar también como una cuenta en la que se irá sumando el precio de todo aquello que obtengamos extra en los baños. Junto a esta llave se entregan una camiseta y un pantalón corto con los que se accederá a la zona común. Tras recoger la llave y la ropa se pasa al vestuario, donde aquel que acuda al 찜질방 se despojará de su ropa y la guardará en la consigna. Aunque puede accederse directamente a la zona de las saunas y otros lugares comunes, lo habitual es utilizar la zona de baños primero. A estos lugares se acude, principalmente, a sudar en las saunas, así que lo más recomendable es lavarse antes de hacerlo. ¿Cuál suele ser la rutina en los 찜질방? Imaginemos que acudes a uno de ellos. Cuando salgas del vestuario te dirigirás a la zona del baño similar a la que aparece en la imagen. Aquí, como ha sido mencionado anteriormente, podrás sentarte en un pequeño taburete junto a un grifo en el cual podrás lavarte. Una vez que lo has hecho, te dirigirás a las piscinas interiores (en la imagen, al fondo). Normalmente hay dos: una con agua fría y otra con agua caliente. Éstas son necesarias para el paso siguiente: la exfoliación. En Corea del Sur llevan la exfoliación corporal a niveles no conocidos fuera del país. El cuidado de la piel es algo fundamental, así que el uso de objetos exfoliantes es muy común, y el producto más utilizado para exfoliar en Corea del Sur es sin duda el conocido como Italy Towel (imágenes anteriores). Éste es un mitón de viscosa que presenta diferentes variantes expresadas en colores, las cuales indican el grado de “dureza” de la exfoliación. Para la correcta exfoliación de la piel lo más recomendable es haber estado sumergido durante unos minutos en agua caliente, ya que esto permite que los poros se abran y la exfoliación sea óptima. Así que una vez que has pasado un rato en el agua caliente, saldrás para exfoliar tu piel, lo cual puedes hacer tú o, si lo prefieres, podrás pagar para que un profesional lo haga por ti. Cuando este paso ha terminado, volverás a la zona de baños para lavarte de nuevo y ponerte la ropa que te entregaron al llegar para acceder a las zonas comunes. Una vez en la zona común es habitual utilizar las saunas. A diferencia de las saunas que suelen encontrarse fuera de Corea, estas saunas son grandes y se accede vestido. En ellas hay, como se aprecia en la imagen, paneles de madera sobre los que tumbarse. Suele haber un gran número de saunas en cada 찜질방, cada una a una temperatura diferente para complacer a todo tipo de público. Tras lavarse, sudar y demás, nada mejor que reponer fuerzas con un snack. En los 찜질방 hay dos snacks cuya popularidad es mayor que la de cualquier otro: los huevos cocidos “estilo sauna” y el 야쿠르트 (yakurut). Estos huevos no están cocinados de la forma a la que estamos habituados. Normalmente estos huevos se cocinan en la sauna con la temperatura más alta de todo el 찜질방. Los dejan ahí durante horas e incluso días y es por su forma de cocción por lo que adquieren ese tono oscuro. Por otra parte, el 야쿠르트 (yakurut) es una bebida dulce de yogur. Cada 찜질방 ofrece diferentes servicios. Así como en todos puedes encontrar saunas a diferentes temperaturas y una gran sala en la que pasar el rato y dormir, algunos cuentan con karaoke, salas con ordenadores y televisión, gimnasios y zonas de restauración, así que son el lugar perfecto en el que ver a los amigos, pasar la noche o simplemente desconectar. Referencias: A Guide to Korean jjimjilbangs 찜질방 | Bathhouses in Korea. GRRRL Traveler. Choi, S. For All Kinds of Good, Clean Fun, Koreans Turn to Bathhouses. The New York Times. Korean Yogurt Drink. Trifood. Milner, R. First-time jjimjilbang: how to visit a Korean bathhouse. Lonely Planet. Sauna Eggs Korean Style. Cooking Tackle. Tudor, D. A Geek in Korea: Discovering Asia’s New Kingdom of Cool. Tuttle Publishing. Yoon, A. What it’s REALLY like in a Korean Bathhouse. Byrdie.
Hanok, la vivienda coreana: tradición, ecofriendliness y revival
Las edificaciones tradicionales coreanas son conocidas como 한옥 (hanok). Aunque esta palabra podía describir templos y otro tipo de edificios, suele estar estrechamente vinculada a la descripción de viviendas. Éstas solían tener un solo piso y estaban construidas con materiales como arcilla, madera y piedra. El diseño de la vivienda variaba según el lugar en el que se construía y la riqueza y el tamaño de la familia que las habitaba, pero todas contaban con características similares que dejaban entrever cómo procedían de una tradición arquitectónica común. La casa se construía sobre el nivel del suelo y tenía una forma de L. Las habitaciones rodeaban un patio interior y, aunque algunas estaban conectadas entre sí, todas contaban con acceso al patio. Las paredes traseras de las habitaciones conformaban la fachada exterior de la casa. Estas paredes contaban con ventanas muy pequeñas, así que, desde la calle, era difícil conocer qué pasaba en el interior de la vivienda (las mujeres que vivían en la casa debían estar a salvo de miradas indiscretas, así que esta característica aseguraba la privacidad). Ya que la construcción de la vivienda variaba según el lugar de la península en el que se fuese a levantar y quién mandase construirla, no había una distribución de estancias preestablecida. Pero no solo el lugar de las habitaciones variaba, sino que también lo hacía la naturaleza de las mismas. En la hanok las habitaciones tenían múltiples usos. La sala de estar podía servir de lugar de reunión durante el día, de comedor a ciertas horas y de dormitorio por la noche. Un elemento que hacía únicas a las hanok era el tejado. Nada en la construcción de estas casas era dejado al azar, así que incluso el tejado contaba con un gran significado tanto para la vivienda como para los que vivían en ella. Esto era debido a que el tipo de material que se usase para construirlo diría mucho sobre el estatus y la riqueza de los inquilinos: Si había algo reseñable en las edificaciones coreanas, además de su componente visual, era el alto grado de respeto a la naturaleza que presentaban. Para la construcción de la vivienda se utilizaban materiales procedentes de la naturaleza. La madera era utilizada en columnas y techos mientras que la arcilla cubría suelos, paredes y techos. El uso de este elemento hacía que la casa se mantuviese fresca en verano y retuviese el calor en invierno. Otro material fundamental en la casa coreana era el 한지 (hanji). El hanji es un tipo de papel procedente de la corteza de la morera. Este papel era utilizado en todas las superficies uniformes de la casa: paredes, techos, puertas, techos e incluso suelos. Al igual que la arcilla, este material ayudaba a que se mantuviese la temperatura deseada dentro de la casa. Esto era posible gracias a la estructura del papel: éste era poroso y permitía que la casa se ventilase fácilmente sin tener que abrir las puertas. El hanji también ayudaba a mantener los niveles de humedad e incluso servía como barrera ante las partículas del polvo, purificando el aire que entraba a la casa. La climatización de la vivienda tradicional coreana era también algo único y reseñable. Se trataba de un sistema llamado 온돌 (ondol) en el cual el calor emanaba desde el suelo. En las viviendas tradicionales la cocina era construida por debajo del nivel del resto de la casa y era con el calor producido en esta estancia con el que se calentaba la vivienda. Ya que en la cocina se utilizaba fuego de forma habitual, el humo y el calor que se originaban en esta estancia entraban en una serie de canales que transcurrían bajo el suelo de la casa y llegaban hasta las chimeneas situadas al otro extremo de la vivienda, por las que eran expulsados. El suelo solía estar hecho de roca, barro y argamasa, y estos materiales mantenían el calor durante todo el día. El ondol es el motivo por el cual el suelo de las casas coreanas es algo más que un simple suelo. En Corea el suelo era un lugar en el que se desarrollaba la vida diaria, y debido a su importancia era limpiado constantemente y no se podía entrar a las casas con zapatos, costumbres que se mantienen hasta nuestros días. En la imagen se aprecia como el calor producido en el hogar (아궁이, agungi) pasa por el 부넘기 (bunomgi, la entrada al sistema ondol) y se mueve bajo el suelo ondol, el cual cuenta con materiales especiales como 구들장 (gudulchang, una piedra lisa), para terminar saliendo por la chimenea. Las hanok, populares hace siglos, dejaron de construirse cuando Corea empezó a modernizarse. En el siglo XX se produjeron multitud de cambios que provocaron que los arquitectos favoreciesen otro tipo de edificaciones en detrimento de las hanok. Ya en 1910, la invasión japonesa llevó a la península nuevos estilos arquitectónicos para colegios, hospitales y viviendas. Ésta fue una de las primeras instancias en las que en Corea se tenía contacto directo con las corrientes estilísticas que se daban en el mundo. Durante la segunda mitad del siglo, durante las décadas de los años sesenta y setenta, los encargados de construir las ciudades de la nueva Corea del Sur sabían que construcciones como las de los edificios de apartamentos que se daban en las grandes ciudades de países de todo el mundo eran las más adecuadas y eficientes. Pero en estos momentos no solo se optó por la construcción de edificaciones que no seguían la tradición coreana sino que, al considerarse que las hanok estaban anticuadas y representaban el atraso del país, muchas viviendas tradicionales fueron destruidas. Sin embargo, esta corriente terminó y hoy en día la visión de la tradición ha cambiado por completo. En la actualidad, las hanok están viviendo un revival en toda regla. Corea del Sur es un país que ha experimentado un crecimiento extremadamente rápido en todos los aspectos y, tras años
Popularidad en el extranjero de las series de televisión surcoreanas
Hoy en día multitud series de televisión surcoreanas, conocidas como drama, gozan de popularidad tanto en su país de origen como en el extranjero. Para los aficionados a la cultura surcoreana esto no resulta novedoso ya que los dramas son una de los componentes más importantes del entretenimiento del país. Sin embargo, para el resto del mundo no familiarizado con el hallyu, el consumo de dramas coreanos es algo muy notorio. ¿Cómo ha conseguido Corea del Sur exportar series de televisión a países de todo el mundo? Asia comenzó a prestar atención a la industria televisiva coreana a mediados de los noventa. En 1997 tuvo lugar una crisis financiera que se propagó por la mayor parte del continente. Durante la crisis, diversas emisoras chinas comenzaron a comprar dramas coreanos. ¿Por qué entonces? Pues simplemente porque Corea vendía barato. Una serie coreana podía valer la mitad que una japonesa y una décima parte de lo que costaba una producida en Hong Kong. En 1997 comenzó la emisión en China del drama 사랑이 뭐길래 (¿Qué es el amor?), el cual consiguió altos niveles de audiencia y provocó que otras producciones surcoreanas fuesen emitidas tanto en China como en otros países. Así pues, dramas coreanos comenzaron a emitirse por toda Asia y encontraron una inesperada popularidad. Fuente foto Hay muchas teorías que intentan explicar por qué los productos visuales coreanos triunfan en el extranjero, algunas más controvertidas que otras. Con respecto a Asia, las principales teorías se basan en la historia del país. Tradicionalmente, los productos de entretenimiento más consumidos en Asia han sido los japoneses y los estadounidenses pero, cuando los productos surcoreanos comenzaron a exportarse, la supremacía de los otros cesó. ¿Por qué? Corea era vista con mejores ojos que Japón y Estados Unidos en Asia por motivos históricos. Los sentimientos de rechazo en Asia hacia Japón y EEUU debido a sus pasados invasores y colonialistas hacen que los productos surcoreanos sean aceptados con mayor facilidad, ya que éstos no van asociados a ningún tipo de resentimiento similar. Otro motivo se encuentra en el hecho de que los dramas son “culturalmente inodoros”, es decir, podrían estar hechos en cualquier lugar del mundo ya que los rastros culturales no son excesivamente potentes. Aunque estas series son claramente coreanas, para alguien no familiarizado con la cultura podría no ser algo tan notable. En general, los dramas no muestran situaciones que solo puedan darse en Corea del Sur y aquellos rasgos que pueden considerarse típicamente surcoreanos (por ejemplo: el amor por la gastronomía y su gran importancia) no se reconocen como tal hasta que el espectador no ha visionado varios dramas. Fuente foto Finalmente, estas series presentan una serie de características técnicas que las hacen atractivas al público: gran calidad de producción, atractivo de sus protagonistas, mezcla de modernidad y tradición y una destreza magistral a la hora de contar historias. Esto triunfa en Asia porque está mezclado con el concepto de “asian-ness”. Según esta idea los espectadores se sienten cómodos porque ven en los dramas valores similares a los que ellos poseen como amor fraternal y el respeto a la edad y la experiencia. Estos valores no suponen una barrera a la hora de vender los dramas fuera de Asia, ya que son fácilmente creíbles y adaptables en cualquier cultura. En el caso de Japón, por ejemplo, las mayores consumidoras de dramas han sido tradicionalmente mujeres de mediana edad. Durante años se pensó que las series japonesas habían perdido todo rastro de japan-ness y que eran completamente ‘asépticas’, es decir, nada en ellas hacía pensar al espectador que estaba viendo una serie japonesa. En este caso, uno de los puntos fuertes de los dramas es visto como una deficiencia por la audiencia en Japón. Cuando comenzó la emisión de dramas en ese país, estas mujeres reencontraron en estas series valores que creían perdidos, como la dignidad familiar o el sacrificio en las relaciones. Fuente foto Fuera del entorno cercano de Corea del Sur, los dramas también han conseguido una gran popularidad y, sorprendentemente, por motivos similares a los que se dan en Asia Oriental. En oriente medio la importación de dramas comenzó recientemente (hace menos de diez años) y allí son muy apreciados porque describen el amor romántico sin mostrar escenas de sexo explícito. Esta es una característica que destacan muy positivamente los espectadores de dramas en América Latina. Los productos estadounidenses suelen ser, por norma general, muy explícitos, no ya solo en lo sexual, sino en otros aspectos como el uso de drogas y la violencia. Aunque estos elementos también están presentes en ocasiones en los dramas, no son la norma general del típico drama coreano, mucho más alegre y centrado en historias emocionales mezcladas con comedia. El drama 대장금 (Daejangkeum) marcó un antes y un después en la popularidad de Corea del Sur en el extranjero. La serie está ambientada en la Corea Joseon de hace 500 años y cuenta la historia de Jang Geum, una mujer de clase baja que vive en una sociedad dominada por hombres pero, gracias a su perseverancia e inteligencia con sigue ser médico personal del rey. Esta serie tan unida a la tradición e historia coreanas fue estrenada en Japón, China, Taiwán, India, Tailandia, Malaysia, Rusia, Turquía e Irán, y consiguió impresionantes niveles de audiencia en todos estos países. En Irán, la serie debutó en 2006 con un 57% del share y su popularidad marcó el comienzo de una gran apreciación por la tradición coreana en el país. Fuente Aunque se han estudiado los motivos y se ha intentado encontrar razones concretas, sigue siendo difícil determinar el porqué de la aceptación y popularidad de los dramas fuera de Corea del Sur. Mientras que para algunos son tan solo una forma más de entretenimiento, para otros suponen una ventana por la que observar de cerca una cultura que les resulta lejana e interesante.
Hanbok: importancia y reinvención del traje tradicional coreano
El 한복 o hanbok (literalmente “ropa coreana”) es el traje tradicional coreano. Era usado en Corea hasta hace poco más de cien años como el atuendo diario de los ciudadanos del país. A día de hoy, la mayor parte de los coreanos tienen un hanbok que usan en ocasiones especiales. La esencia del traje se basa en su línea fluída y sus colores vibrantes. La versión femenina está compuesta por una chaqueta corta llamada 저고리 (chogori) la cual cubre el pecho y bajo la que fluye una gran falda llamada 치마 (chima). La chaqueta tiene mangas largas y anchas y se cierra en la parte frontal con un lazo de forma elegante, creando el efecto de una figura grácil. En conjunto, el diseño femenino tiene una característica forma en A. El hanbok masculino se compone de 바지 (pachi), unos pantalones bombachos amplios anudados en los tobillos, y una chaqueta con bolsillos que llega hasta la cintura y se cierra con botones o lazos pequeños (마고자, magocha). La tela usada para fabricar los trajes obtiene su color tras ser teñida con tintes naturales, lo que le otorga colores especiales y únicos, diferentes a los que se obtienen hoy en día al usar colorantes artificiales. Fuente El diseño del hanbok, especialmente el femenino, está influenciado por los trajes que se vestían en la corte china durante la dinastía Tang (618-905), ya que éstos mostraban los mismos ideales de formas femeninas gráciles. Sin embargo, en Corea se adaptaron los diferentes componentes del atuendo durante los siglos y el hanbok en la actualidad se reconoce como algo típicamente coreano. Tanto la versión masculina como la femenina estaban sujetas a variaciones, las cuales dependían del tiempo, la estación y el estatus del que llevaba la ropa. El hanbok más simple y común está hecho de algodón blanco y se sigue usando en la actualidad. Hoy en día lo visten muchas mujeres que trabajan en el campo cuando realizaban sus tareas diarias. En las ciudades tanto los hombres como las mujeres dejaron hace años de usar el hanbok en su día a día, pero se recupera en momentos especiales. Los niños y niñas lo visten en su primer cumpleaños y los adultos puede que lo lleven en su boda o cuando cumplen sesenta años. También es utilizado por todos los miembros de la familia durante los saludos del día de Año Nuevo. Vestirlo tanto en ese momento como en el resto de ocasiones es algo significativo: reafirma la validez de las tradiciones y prueba que éstas aún se respetan y conservan. En los últimos años se está produciendo una revolución la cual tiene como punto central el hanbok. Diseñadores coreanos han tomado el traje típico como objeto de sus creaciones e intentan reinventarlo, otorgándole características propias de la moda actual. Fuente: Alex Finch, Vogue En mayo de 2015, Chanel presentó su colección crucero de verano en Seúl. El director creativo de la marca, confesó ser admirador del traje tradicional coreano. En los diseños de su colección intentó dar al hanbok un enfoque moderno e internacional, intentando recrear como habría sido de haber sido creado en el siglo XXI. Fuente: Vogue Aunque no solo los diseñadores juegan con el hanbok: también lo hacen otros artistas visuales. Christian Chanyang Shim es uno de esos artistas. Shim es un grafitero que ha realizado una serie de murales en Estados Unidos con el hanbok como elemento central. En su caso, ha utilizado modelos femeninas que aparecen vistiendo el traje tradicional coreano. I’m spring, you’re flower. (And you have bloomed in me) First painting in Korea after US journey! Calligraphy by 강병호@lk_caritas Model @themindofmutiny Photo by @uninnocentbystander . . #mtn #mtn94 #mtncolors #montanacolors #グラフィティ #塗鴉 #grafiti #граффити #그래피티 #graff #graffiti #graff #graffitigram #instagraffiti #koreagraffiti #painting #graffitilife #dailygraffiti #spraydaily #hanbok #한복 Una foto publicada por Royal Dog 심찬양🇰🇷 (@royaldog_) el 20 de Oct de 2016 a la(s) 4:10 PDT Utilizar la técnica del graffiti para dar vida al hanbok es en sí algo revolucionario. Mientras que el atuendo es algo centenario, arraigado a la tradición coreana y que goza de una gran popularidad y aceptación, la pintura con sprays es muy reciente, sin raíces coreanas y que no siempre despierta simpatía, debido a su unión histórica a la delincuencia. La elección de las figuras femeninas es también muy significativa. En vez de utilizar los estándares de belleza coreanos, Shim se decanta por utilizar un tipo de belleza diferente, alejado de la tradición coreana. I received a lot of praise for the works but also some criticism from those who thought I was selling out Korean culture to ‘foreigners’. I want to take this opportunity to respond: These works are painted in black neighborhoods; what I was bringing to the scene was the Hanbok. For me, it was as though I was giving Hanbok as a present to the neighborhood. It was to show that black beauty and Hanbok can come together to create something even more beautiful. My dream before I restart to paint, was a missionary for Africa. That motivated a bit to paint this too. (I’ve been taking a break in Korea, but soon enough I’ll be back to paint in LA. God bless yall) Una foto publicada por Royal Dog 심찬양🇰🇷 (@royaldog_) el 9 de Dic de 2016 a la(s) 6:53 PST Aunque Corea del Sur es un país muy apegado a su tradición y que mantiene inamovibles costumbres centenarias, como es el uso del hanbok, en la actualidad hay cabida para la experimentación. La constante reinvención de los trajes tradicionales, lejos de resultar una ofensa, es una forma de admirar la belleza de los atuendos tradicionales que ayuda a que la tradición se mantenga más viva que nunca. Referencias Chanel blends hanbok with modernism. Korean Times. http://www.koreatimes.co.kr/www/news/culture/2015/05/199_178371.html Clark, D. N. (2000). Culture and customs of Korea. Greenwood Publishing Group. Jeong, S. H. (2006). Hanbok, Korean Traditional Dress: A Selected Annotated Bibliography. Journal of East Asian Libraries, 2006(138), 5. Traditional Korean Clothes.