Popularidad en el extranjero de las series de televisión surcoreanas

Hoy en día multitud series de televisión surcoreanas, conocidas como drama, gozan de popularidad tanto en su país de origen como en el extranjero. Para los aficionados a la cultura surcoreana esto no resulta novedoso ya que los dramas son una de los componentes más importantes del entretenimiento del país. Sin embargo, para el resto del mundo no familiarizado con el hallyu, el consumo de dramas coreanos es algo muy notorio. ¿Cómo ha conseguido Corea del Sur exportar series de televisión a países de todo el mundo?

  

Asia comenzó a prestar atención a la industria televisiva coreana a mediados de los noventa. En 1997 tuvo lugar una crisis financiera que se propagó por la mayor parte del continente. Durante la crisis, diversas emisoras chinas comenzaron a comprar dramas coreanos. ¿Por qué entonces? Pues simplemente porque Corea vendía barato. Una serie coreana podía valer la mitad que una japonesa y una décima parte de lo que costaba una producida en Hong Kong. En 1997 comenzó la emisión en China del drama 사랑이 뭐길래 (¿Qué es el amor?), el cual consiguió altos niveles de audiencia y provocó que otras producciones surcoreanas fuesen emitidas tanto en China como en otros países. Así pues, dramas coreanos comenzaron a emitirse por toda Asia y encontraron una inesperada popularidad.

 

                                                                            Fuente foto

 

Hay muchas teorías que intentan explicar por qué los productos visuales coreanos triunfan en el extranjero, algunas más controvertidas que otras. Con respecto a Asia, las principales teorías se basan en la historia del país. Tradicionalmente, los productos de entretenimiento más consumidos en Asia han sido los japoneses y los estadounidenses pero, cuando los productos surcoreanos comenzaron a exportarse, la supremacía de los otros cesó. ¿Por qué? Corea era vista con mejores ojos que Japón y Estados Unidos en Asia por motivos históricos. Los sentimientos de rechazo en Asia hacia Japón y EEUU debido a sus pasados invasores y colonialistas hacen que los productos surcoreanos sean aceptados con mayor facilidad, ya que éstos no van asociados a ningún tipo de resentimiento similar.

Otro motivo se encuentra en el hecho de que los dramas son “culturalmente inodoros”, es decir, podrían estar hechos en cualquier lugar del mundo ya que los rastros culturales no son excesivamente potentes. Aunque estas series son claramente coreanas, para alguien no familiarizado con la cultura podría no ser algo tan notable. En general, los dramas no muestran situaciones que solo puedan darse en Corea del Sur y aquellos rasgos que pueden considerarse típicamente surcoreanos (por ejemplo: el amor por la gastronomía y su gran importancia) no se reconocen como tal hasta que el espectador no ha visionado varios dramas.

Fuente foto

Finalmente, estas series presentan una serie de características técnicas que las hacen atractivas al público: gran calidad de producción, atractivo de sus protagonistas, mezcla de modernidad y tradición y una destreza magistral a la hora de contar historias. Esto triunfa en Asia porque está mezclado con el concepto de “asian-ness”. Según esta idea los espectadores se sienten cómodos porque ven en los dramas valores similares a los que ellos poseen como amor fraternal y el respeto a la edad y la experiencia. Estos valores no suponen una barrera a la hora de vender los dramas fuera de Asia, ya que son fácilmente creíbles y adaptables en cualquier cultura.

En el caso de Japón, por ejemplo, las mayores consumidoras de dramas han sido tradicionalmente mujeres de mediana edad. Durante años se pensó que las series japonesas habían perdido todo rastro de japan-ness y que eran completamente ‘asépticas’, es decir, nada en ellas hacía pensar al espectador que estaba viendo una serie japonesa. En este caso, uno de los puntos fuertes de los dramas es visto como una deficiencia por la audiencia en Japón. Cuando comenzó la emisión de dramas en ese país, estas mujeres reencontraron en estas series valores que creían perdidos, como la dignidad familiar o el sacrificio en las relaciones.

Fuente foto

Fuera del entorno cercano de Corea del Sur, los dramas también han conseguido una gran popularidad y, sorprendentemente, por motivos similares a los que se dan en Asia Oriental. En oriente medio la importación de dramas comenzó recientemente (hace menos de diez años) y allí son muy apreciados porque describen el amor romántico sin mostrar escenas de sexo explícito. Esta es una característica que destacan muy positivamente los espectadores de dramas en América Latina. Los productos estadounidenses suelen ser, por norma general, muy explícitos, no ya solo en lo sexual, sino en otros aspectos como el uso de drogas y la violencia. Aunque estos elementos también están presentes en ocasiones en los dramas, no son la norma general del típico drama coreano, mucho más alegre y centrado en historias emocionales mezcladas con comedia.

El drama 대장금 (Daejangkeum) marcó un antes y un después en la popularidad de Corea del Sur en el extranjero. La serie está ambientada en la Corea Joseon de hace 500 años y cuenta la historia de Jang Geum, una mujer de clase baja que vive en una sociedad dominada por hombres pero, gracias a su perseverancia e inteligencia con sigue ser médico personal del rey. Esta serie tan unida a la tradición e historia coreanas fue estrenada en Japón, China, Taiwán, India, Tailandia, Malaysia, Rusia, Turquía e Irán, y consiguió impresionantes niveles de audiencia en todos estos países. En Irán, la serie debutó en 2006 con un 57% del share y su popularidad marcó el comienzo de una gran apreciación por la tradición coreana en el país.

Fuente

Aunque se han estudiado los motivos y se ha intentado encontrar razones concretas, sigue siendo difícil determinar el porqué de la aceptación y popularidad de los dramas fuera de Corea del Sur. Mientras que para algunos son tan solo una forma más de entretenimiento, para otros suponen una ventana por la que observar de cerca una cultura que les resulta lejana e interesante.