La figura del zorro de nueve colas se encuentra dentro de la tradición cultural china, japonesa y coreana. En China recibe el nombre de Huli jing (狐狸精) y puede ser un espíritu benigno o maligno. En Japón se le conoce como Kyūbi no kitsune (九尾の狐) y se caracteriza por ser un espíritu de sabiduría infinita. En Corea del Sur se le conoce como Gumiho (구미호) y es considerado un espíritu maligno. Se considera que la leyenda del espíritu de nueve colas tiene su origen en China. La creencia era que los zorros, con forma humana, solían ser depredadores y unos estafadores. No obstante, existían algunas excepciones y podían aparecer retratados como madres y mujeres virtuosas. En la tradición coreana estos zorros son mujeres y malvados, en la mayor parte de los casos. Normalmente toman forma humana para seducir o devorar a los hombres. Esto está relacionado con el término coreano 여우 (zorro) que se utiliza para referirse a mujeres con mala reputación. Por tanto, la leyenda de las gumiho suele sigue esta línea de planteamiento. The jewel of the fox tongue’s y The fox-girl and her brother son dos de las historias más conocidas en la cultura coreana. Ambas tratan la figura de la gumiho con una serie de elementos en común. The jewel of the fox tongue’s cuenta la historia de un gumiho que, para ascender a los cielos, tiene que conseguir la energía de 100 hombres. Para ello debe pasar una joya de su boca a la del hombre, puesto que la joya se encargará de arrebatarle la energía. La gumiho, guiada por su deseo, se hace pasar por estudiante y consigue hacerse con la energía de 99 alumnos varones. No obstante, cuando intenta hacer lo mismo con el número 100, el joven se traga la joya. Al hacerlo consigue el conocimiento necesario para acabar con la gumiho. Por eso, ayudado del pueblo, da caza a la gumiho y acaba con ella. The fox girl and her brother o The fox sister cuenta la historia de un matrimonio que solo había tenido hijos y que deseaban tener una hija. Por ello, le piden a los cielos que les bendigan con una hija y sus plegarias son escuchadas. Todo parece ir bien hasta que la niña se hace mayor (las versiones difieren en este dato). De pronto los animales de la granja donde viven comienzan a aparecer muertos, sin que nadie sepa el motivo. Hasta que un día uno de los hijos ve a su hermana comiéndose el hígado de uno de los animales. Sus otros dos hermanos también son testigos en otra ocasión y se lo cuentan a sus padres. No obstante no les creen y acaban haciendo que se marchen. Los tres hermanos visitan a un monje que, al oír lo ocurrido, les habla de la verdadera naturaleza de la hermana y les obsequia con tres botellas mágicas para acabar con la gumiho. Con esta idea en mente los tres hermanos vuelven a la granja, pero solo encuentran devastación. La gumiho ha acabado con todos. Al ser descubierta intenta huir, pero con la ayuda de las tres botellas los hermanos acaban con ella. Ambas historias tienen una serie de elementos en común: En ambas historias, pese a que las gumiho tienen poderes sobrenaturales, son retratadas como seres que se sienten inferiores. Por eso quieren ascender a los cielos o convertirse en humanas. Para conseguir su propósito las gumiho deben hacerse con la energía de los hombres, para ascender a los cielos, o comerse sus hígados para convertirse en humanas. En ambas historias el final trágico de las gumiho está relacionado con un objeto de gran valor. Ya sea la joya de las gumiho o las tres botellas, estos objetos impiden que las gumiho consigan cumplir su deseo. Cuando la verdadera naturaleza de las gumiho sale a la luz son cazadas y asesinadas. Estos elementos que hemos visto reflejados en estas dos historias aparecen prácticamente en toda la tradición folclórica coreana. La figura de la gumiho siempre es vista como un ser astuto y malvado que está dispuesto a cualquier cosa para conseguir su objetivo. No obstante, la figura de la gumiho ha adquirido un nuevo matiz a raíz de dos adaptaciones en la gran pantalla: Gumiho (1994) y My girlfriend is a gumiho (2010). Tanto la película como el drama nos ofrecen una peculiar visión de este ser sobrenatural. En Gumiho vemos una figura limitada por la sociedad humana y por su deseo de pertenecer a ella, pese a que es imposible. Se nos muestra una sociedad oscura y caótica que contrasta con la, aparente, calma y paz del hogar de la gumiho. Sin embargo, cuando nos adentramos en la historia, descubrimos que su hogar es tan caótico como la sociedad en la que vive. Se nos intenta transmitir el mensaje de que la gumiho ansía tanto ser parte de ese mundo que, al final, acaba rodeándose de él incluso en la seguridad de su hogar. La modificación del mito es, cuanto menos, interesante. Si antes habíamos estado viendo que la gumiho se deshacía de los humanos sin un ápice de arrepentimiento, en la película vemos cómo se trata el altruismo. Para que la gumiho alcance la humanidad, un humano debe morir. Y es cuando la gumiho se enfrenta a esta situación, cuando descubrimos este tratamiento. En My girlfriend is a gumiho vemos cómo se trata el tema de la discriminación racial. A lo largo del drama se muestra en reiteradas ocasiones cómo se rechaza a la protagonista por ser una gumiho. No hay nadie que la acepte por quién es, si no que todos la juzgan por qué es. Esta discriminación es una constante en el drama, quizá una muestra de cómo ciertos sectores de la sociedad coreana aún mantienen una mentalidad cerrada en cuanto a pertenecer a otra cultura se refiere. Pese a que la figura de la gumiho se ha tratado como un espíritu malvado, no deja de ser la historia de un
Mitos: el goblin (도깨비)
Muchos hemos oído hablar de la figura del goblin, sobre todo a raíz de numerosos dramas coreanos (Dokkaebi (2016) sería el ejemplo más claro). Pero, ¿conocemos realmente la figura del goblin? Los goblin o 도깨비 son criaturas con poderes sobrenaturales y numerosas habilidades. Su importancia dentro de la sociedad coreana radica en el uso que esta figura recibe. Normalmente los adultos utilizan su influencia para enseñar a los más pequeños cómo deben comportarse. Esto es debido a que el goblin se suele retratar como una figura traviesa. Juega con los humanos, sin causarles daño, y suele premiarles en nombre de los dioses. La mayor parte de la población considera a estas criaturas inofensivas, aunque es de conocimiento general que los goblin pueden afectar tanto positiva como negativamente en la vida de los humanos. La figura del goblin no es solo importante dentro de la sociedad coreana por su carácter educativo. Desde la ocupación japonesa hasta nuestros días la figura del goblin ha sido un elemento crucial a la hora de mantener la cultura coreana. Sobre todo, durante la represión cultural que se estableció en la época del dominio japonés. El factor crucial para mantener la figura del goblin fue, indudablemente, el confucionismo. Gracias a esta corriente, y a su reconocimiento de la importancia de mantener las tradiciones, la figura del goblin ha podido ser preservada. Orígenes del mito Es importante comentar que, debido al carácter oral de esta tradición, existen numerosas versiones de esta figura. Muchos tienen la creencia de que los goblin solo aparecen por la noche, debido a su aspecto. Otros defienden la existencia de dos tipos de goblin: buenos y malos. También hay otros que creen que los goblin podían poseer tanto a objetos como a humanos. Incluso en el primer registro escrito de esta figura, Samgunyusa (1235 Memorabilia of the Three Kingdoms), se define a los goblin como una de las fuerzas que contribuyen al avance de la civilización. En lo que sí coinciden todas las versiones es, que el goblin aparece retratado como una semi deidad que juzga y condena el comportamiento humano. Una especie de karma, afirmarían algunos, que premia o castiga dependiendo de tus acciones. Fuentes: Dokkaebi in Korean Folklore, Grace Kim, University of Maryland. Korean Historical Dramas.
El tigre, emblema nacional de Corea
¿Qué elementos tienen en común eventos las Olimpiadas de Invierno de Pyeonchang 2018, la Copa mundial FIFA Sub-20 2017 y los Juegos Olímpicos de 1988? A aparte de los valores que aúna la práctica de cualquier deporte, todos estos eventos tenían a un tigre como mascota: tigre siberiano (2018) o tigre Amur (2017 y 1988). La figura del tigre ancestral Es considerado un buen auspicio por los coreanos. El tigre está asociado al mito fundacional de Corea. Dos animales sagrados, un oso y un tigre, pidieron a una deidad superior convertirse en humanos. La osa llegó a convertirse en mujer engendró a quien resultaría ser Dangun o padre fundador del reino de Gojoseon. El tigre siguió siendo un animal, pero asociado siempre a los dioses. A lo largo de los siglos, se le atribuyeron determinados valores, como la valentía y la benevolencia, así como la capacidad de ahuyentar los malos espíritus en las montañas. De ahí muchas aldeas y templos de las montañas coreanas tienen en sus murales al tigre como modo de atraer la buena fortuna. También las tumbas de la dinastía Joseon tienen entre las estatuas custodias sendos tigres. Incluso, al modo de nuestro de «Érase una vez, hace mucho tiempo…», en Corea se dice «Erase una vez, cuando el tigre fumaba en pipa…«. Es una forma de referirse a una época ancestral en la que los coreanos vivían en simbiosis con esta figura. Tras la dinastía Joseon Con la llegada de la ocupación japonesa en el siglo XX, los coreanos se refugiaron en la idea de su Península como un tigre que intentaba revolverse del opresor japonés. Un intento de aunar el espíritu nacional bajo el animal que representaba la fuerza en Asia, el tigre. A la versión que se le reconocía mayor sabiduría es al tigre siberiano. Ya que, según relatan las leyendas, superaba numerosas tribulaciones y se volvía mas sabio y humilde, pero debido al esfuerzo y a los disgustos perdía su típico color naranja. En los últimos Juegos Olímpicos de Invierno se eligió como mascota a Soohorang, que aglutina las palabras soo, que se puede traducir por protección, y horang, como tigre. En la FIFA sub-20 de 2017 se optó por otro tigre como mascota, Chaormi. Y, anteriormente, en los Juegos Olímpicos de 1988, un tigre amur, llamado Hodori, fue el emblema elegido. Además de introducir la figura del tigre en este tipo de eventos o en representaciones artísticas, también se trata de reintroducir ejemplares de tigre siberiano o amur en las cordilleras coreanas. Como handicap, la elevada densidad de población de Corea del Sur, dificulta el crecimiento de las colonias de tigres salvajes. Intentos no faltan, ya que en Corea se vería como un reencuentro con sus raíces. Por ejemplo, en 2017, China donó 2 ejemplares para lograr que Corea vuelva a ser hogar del que siempre ha sido su animal mas emblemático. Fuente: Seeley, J. Tigers—Real and Imagined—in Korea’s Physical and Cultural Landscape. 2015. Wikipedia
El Juche (주체), espíritu de Corea del Norte
La base de la sociedad norcoreana Como todos sabemos, el régimen de Corea del Norte es un tema de actualidad. El país suele definirse en base a las tensiones y el miedo que crea su programa nuclear. No obstante, para conocer mejor a un territorio, hay que pararse a analizar a su población. Según los últimos registros del Banco Mundial, en la actualidad hay 25,37 millones de personas que viven en Corea del Norte (datos del 2016). Pero, ¿cuál es la creencia central de esta gente? ¿Qué es lo que mantiene el país en pie? En los siguientes párrafos vamos a analizar la ideología de Corea del Norte, el Juche (주체). La Constitución de Corea del Norte se promulga en 1948. Es de inspiración soviética, y es revisada en 1972, 1992, 1998 y 2009. En ella se habla de la doctrina del socialismo coreano. Así, el país es dirigido mediante la doctrina Juche, que se asienta en cuatro principios: La autonomía ideológica. Es decir, el Juche. La independencia política. La autosuficiencia económica. La autoconfianza defensiva. Antes de continuar es importante definir brevemente el Juche. Como ya sabemos, ambas Coreas tienen ideologías diferentes. De este modo, entre el comunismo y el capitalismo, Corea del Norte consiguió encontrar un hueco y creó lo que conocemos como Juche. A grandes rasgos, esta ideología se ve protagonizada por el concepto de autarquía. La autonomía ideológica El fin máximo de esta ideología es crear el paraíso de las masas en la Tierra. Para conseguirlo, utiliza distintos principios. El primero de ellos es que el individuo es el responsable de su destino. Tiene la capacidad para lograrlo y trabajar por él. Por otro lado, la masa es el motor del cambio, por lo que todos han de trabajar juntos. Ahora, la pregunta es, ¿quién interpreta el pensamiento de la masa? Pues, por supuesto, el líder. En consecuencia a todo lo anterior, la independencia de las personas depende de la lealtad al líder y al partido. Se supone que el Juche está compuesto por el marxismo y el nacionalismo coreano. No obstante, la ideología se centra en el adoctrinamiento de la población. Aunque esto parezca una afirmación atrevida, con solamente ver los carteles que están por toda la ciudad se puede comprender su significado: Cambios para garantizar la sucesión Como ya se avanzaba anteriormente, la Constitución norcoreana fue modificada varias veces. Es en 1972 cuando se realizan los primeros cambios y cuando Kim Il-sung, el líder supremo, incorpora sus ideas. Más tarde, en la siguiente modificación de 1992, aparece lo que se conoce como Songun (선군). Este principio, que sirve de guía tanto en el panorama económico como político, afirma que «lo militar es lo primero». Por otro lado, en este mismo año se crea la CND (Comisión Nacional de Defensa). Así, se le intenta quitar poder al presidente para dárselo a la Asamblea, ya que comienzan a organizar el cambio de líder. Kim Il-sung fallece en 1994. Cuatro años después de su despedida, en 1998, se vuelve a modificar este conjunto de leyes. Esta vez se quitan las cuestiones del comunismo de la Constitución y aparecen las palabras «precio» y «beneficio». Es decir, se busca una liberalización de la economía. Finalmente, en el año 2009 se cambia una última vez. En este caso se modifica el artículo 100 de la Constitución, haciendo que sea el presidente de la CND el que se encargue de firmar los posibles tratados. En consecuencia, todos estos cambios han ido alejando cada vez más a la ideología de sus raíces originales. El aislamiento y la doctrina del país han creado un reino ermitaño que, actualmente, a duras penas se sostiene. El ansia de poder y protagonismo de Kim Jong-un están sumiendo a su país en la miseria. Después de las hambrunas que acabaron con una gran parte de su población, el líder parece no haber aprendido. Esto se debe a que continúa invirtiendo grandes cifras en armamento nuclear y poder militar. Con su impredecibilidad y sus constantes amenazas, quién sabe cuál será su próximo paso. Fuentes: Datos Banco Mundial. Universidad de Salamanca. Máster de Estudios de Asia Oriental.
Mitos: imágenes del folclore coreano
Como en todas las culturas, en Corea también hay elementos mitológicos. Aparecen en la televisión, en los libros o en los cuentos que cuenta la gente. Todas estas criaturas tienen su propia historia. Están representadas por figuras que podemos encontrar en el día a día, y sus leyendas aún se comparten. Esto hace que la llama del espíritu mitológico de Corea no se apague. A continuación os traemos las más representativas: Dokkaebi (도깨비). Es una especie de demonio con rasgos de trol. Según la leyenda, es una criatura traviesa y juguetona que fue creada a partir de objetos inanimados. Se consideran inofensivos y recompensan a las buenas personas. Estos seres llevan varios objetos mágicos con ellos, y entre estos está el gamtu (감투), un gorro que les hace volverse invisibles. Su habilidad, llamada bangmangi (방망이) les permite invocar cualquier objeto que deseen. No obstante, no aparece de la nada, sino que se lo roban a otra persona. Esta es otra de las características de su naturaleza bromista. Haechi (해치). Este animal es una mezcla entre un león y un perro. Su característica más destacable es el cuerno que suele tener en el medio de la cabeza. Es tan antiguo como la época Joseon y simboliza justicia. Estas criaturas se situaban en las entradas de los palacios y edificios. Como comían fuego, servían para prevenir los incendios. Pero esta no era su única utilidad, ya que además de proteger contra los desastres naturales, también evitaban las interrupciones y los cambios más bruscos. Esto se debía a que, según la leyenda, con sus grandes bocas se aferraban al pasado y no lo dejaban ir. Gumiho (구미호). Es un zorro, generalmente con aspecto femenino, que ha vivido miles de años. Este animal es maligno, y se vuelve más poderoso alimentándose de hígados. Puede estar representado tanto como completamente en forma de zorro, como mitad zorro mitad humano. Chollima (천리마). Esta criatura es un caballo alado que, según la leyenda, quería ser domado. Como nadie conseguía hacerlo, entonces voló hasta el cielo. Es un animal muy famoso en Corea; además, le da nombre a un pueblo, al equipo de fútbol nacional e incluso a un estudio de cine. La figura del caballo alado, que en sus representaciones más antiguas tenían también alas cerca de los cascos, es muy recurrente en la península. Gwisin (귀신). Estos se diferencian de los anteriores en que ya no son animales, sino fantasmas. Representan los espíritus de los fallecidos, y en Corea hay una fuerte creencia en ellos. Generalmente son almas que se quedan en el mundo porque les falta algo por hacer. Normalmente están motivados por la venganza, aunque puede haber diversas razones. Suelen ser mujeres con el pelo largo y negro vestidas de blanco que van acompañadas de una brisa helada. Bonghwang (봉황). Este es un pájaro que, según la leyenda, reina sobre el resto de las aves. Aparece en la mitología china también; tiene pico de gallo, cara de golondrina, frente de ave salvaje, cuello de serpiente, parte trasera de ciervo y cola de pez. Samjoko (삼족오). Este es el animal más curioso de todos los que se han citado. Se trata de un cuervo de tres patas que durante la dinastía Goguryeo simbolizaba poder. Según la leyenda, este ave también simboliza al sol, que es donde vive. Quilin (길린). Esta criatura aparece en la mitología de Asia Oriental en general. Se trata de una especie de caballo con rasgos de dragón y cuyo cuerpo está cubierto de escamas. A pesar de su apariencia, es un animal benevolente que se dedica a castigar a las malas personas. Además, su presencia se considera un buen presagio y un símbolo de prosperidad y paz. Hyeonmu (현무). También pertenece a la mitología general de Asia Oriental. Es una tortuga negra que se representa con una serpiente enroscada su alrededor. Simboliza el norte, el invierno y el agua. Cheongnyong (청룡). Es un símbolo tanto de Corea como de Japón y de China. El cheongnyong o dragón azur representa el este, la primavera y la madera. Jujak (주작). El ave bermellón también aparece en varias mitologías asiáticas. Se trata de un ave roja que se parece a un faisán. Tiene un plumaje de cinco colores distintos que se encuentra cubierto de llamas. Hwang-Ryong (황룡). Este es un dragón amarillo muy popular, sobre todo, en la mitología china. Representa el cambio el cambio de estaciones y la tierra. Además, según la leyenda, estaba relacionado con el oro. Baekho (백호). El tigre blanco es el último de los símbolos que aparecen en las constelaciones chinas. Está acompañado del dragón amarillo, el dragón azur, la tortuga negra y el ave bermellón. Representa el oeste, el otoño y el metal. Fuentes: Wikipedia. Mitos coreanos, de Pegang Juang. Traducción de Kim Changmin / Othón Moreno. Editorial Verbum.
Mitos: Dangun y el nacimiento de Corea
Esta historia comienza hace 4.400 años en el Reino de los Cielos. Ahí vivía un hombre llamado Hwanin (환인), el «Señor de los Cielos». Hwanin tuvo un hijo al que llamó Hwanung (환웅), que cuando creció decidió vivir entre todos los valles y montañas de la Tierra. Este era su mayor deseo, y cada vez se hizo más difícil para su padre verle ansiar tanto vivir en el mundo de los mortales. Con el tiempo, el señor Hwanin le concedió el deseo a su hijo, y escogió una vida para él en el Monte Taebaek (태백산) en la Tierra. Le dijo que gobernase las tierras y que les diese a los humanos mucha felicidad. El rey no mandó a su hijo solo, sino que se aseguró de que tuviese 3 000 ayudantes, además de mandar con él a la lluvia, las nubes y el viento, para favorecer su reinado en la ciudad que Hwanung fundaría. Después de establecerse en la Tierra, Hwanung fundó Sinsi (신시) o la «Ciudad de Dios». Poco a poco, Hwanung comenzó a enseñarles a los humanos acerca de las leyes, la conducta moral y otras habilidades como la agricultura, las artes o la medicina. En aquel momento, incluso los animales comenzaron a querer ser humanos cuando vieron toda la felicidad que Hwanung estaba compartiendo con los seres humanos. Todo el mundo celebraba su reinado y vivían muy felices bajo su gobierno. Mientras tanto, había una osa y un tigre que vivían en las cuevas del reino de Hwanung. Rezaban día y noche para poder transformarse en humanos y dejar de ser animales. Hwanung escuchó sus plegarias y sintió pena por el tigre y la osa, quería concederles su deseo, pero decidió darles unas instrucciones que debían de seguir en lugar de transformarlos él directamente. Si las seguían, si eran diligentes y obedientes, entonces podrían superarse a sí mismos y se volverían humanos. «Comed solo ajo y artemisa durante 100 días, y aseguraos de no estar bajo la luz del sol. Si podéis cumplir estas normas, seréis transformados en personas», dijo Hwanung. Ambos animales aceptaron con entusiasmo el reto y le dieron las gracias al rey, jurando comer solamente la comida sagrada y permanecer dentro de la cueva durante 100 días. Poco tiempo después, el tigre se rindió y se fue de la cueva, pero la osa estaba determinada a volverse humana. Después de seguir cuidadosamente las instrucciones de Hwanung, la osa se transformó en una mujer que fue llamada Ungnyeo (웅녀). Estaba muy agradecida por todo lo que Hwanung había hecho por ella, pero todavía había algo que quería. Ungnyeo se sentía sola. Volvió a rezar diariamente bajo un árbol de sándalo para encontrar a alguien que la amase y poder tener un marido. Una vez más, Hwangung fue conmovido por sus oraciones y decidió tomarla como su esposa. Ungnyeo tuvo un hijo, al que llamó Dangun Wanggeom (단군 왕검). En el quincuagésimo año del reinado del emperador Yao, un legendario sabio chino, Dangun tomó el trono para tomar el relevo del reinado de su padre. Dangun construyó la ciudad amurallada de Pyeongyang (평양), y llamó a su reino Joseon (조선). Miles de años más tarde, el reino que fue fundado por Dangun y sus antepasados, se expandió, se desarrolló y floreció hasta llegar a ser lo que hoy conocemos como Corea. Traducción al español de Celia Royo del artículo original de Mannan Impact.
Mitos: Haechi, el guardián de Seúl
Muchos habrán escuchado sobre Haechi pero en realidad, ¿qué es y qué representa para Corea del Sur? En cuanto ahondamos un poco acerca de los diversos palacios de la capital no tardaremos en ver estas peculiares esculturas que guardan sus entradas. Se trata de Haechi (해치), también conocida como Haetae, un animal legendario de la antigua mitología china y coreana cuya figura podría ser confundida a primera vista (y desde una mirada occidental) con un león pero que en realidad es un perro con cabeza de león de la que cuelga un cascabel/campana, con alas, recubierto de escamas y capaz de comer fuego. Es por eso que se cree que Haechi protege de los fuegos, desastres y representa la justicia, integridad y la buena fortuna. Estas esculturas se usaron en la arquitectura tradicional coreana sobre todo al principio de la dinastía Joseon, ya que creían que su imagen era capaz de proteger Hanyang (actualmente Seúl) de los desastres naturales y mantener la ley y el orden en la población. La capital ha usado oficialmente a Haechi como el símbolo de la ciudad desde 2008 y ha promovido su imagen creando numerosos souvenirs para que extranjeros y nativos unan este animal a la ciudad de Seúl. Tal fue el impulso que recibió el símbolo de la ciudad que crearon unos dibujos animados para niños en el que SNSD tuvo el honor de participar en la BSO. Aquí os dejamos la canción para que podáis disfrutarla. [youtube http://www.youtube.com/watch?v=uuXyEn6oK3I?feature=player_embedded]
Mitos: Juanhung, hijo del Emperador Celestial, y Tangun
Juanhung, hijo del Emperador Celestial, y Tangun Doradas columnas de cobre se levantan desafiando al cielo. El suelo, los muros y el techo embellecidos con piedras preciosas de los Siete Tesoros encandilan, deslumbrantes, a quienes los contemplan. Es el palacio celestial iluminado con lámparas multicolores. En sus jardines, los enormes árboles que ignoran los cambios de las estaciones, cantan melodías divinas mecidos por el viento y flores de extraña belleza sonríen al amparo de la arboleda. En los estanques nadan peces de oro y plata, y por el verde campo retozan animales y aves que habitan las colinas.
Mitos coreanos de Pegang Juang
Prólogo: Es sabido que, para algunos, el mito es el intento confuso y desorganizado de explicar el mundo a través de las mentalidades precientíficas de los ‘salvajes’, que tienden a magnificar y a adorar todo aquello que temen y desconocen. Para otros el mito es el mecanismo que codifica e impone una ideología dominante con la finalidad de reproducir el orden social establecido en un determinado grupo humano. Es decir, el mito vendría a ser un modelo ideal a partir del cual tiende a organizarse una sociedad. Por otro lado, el estructuralismo -en especial, Claude-Lévi Strauss- afirma que la mitología constituye un sistema independiente, un paradigma aparte, del que el analista ha de extraer sus propiedades intrínsecas antes de asignarle una función social o de someterlo a juicios de valor. El mito constituiría así una representación opaca de la realidad cultural de una sociedad. A pesar de las diferencias, no cabe duda de que los mitos, bajo la forma de relatos constituyen una racionalización de los fenómenos naturales, evocan supuestos episodios de la vida, relatan el origen y la historia de las divinidades, intentan explicar la creación del mundo, el origen de los seres y de las cosas, tratan de explicar el futuro, el fin del mundo, procuran establecer valores morales, etc. Los mitos coreanos no constituyen una excepción. Este libro ayudará a los lectores hispanohablantes a entender las creencias del pueblo coreano sobre su origen, las fundaciones de países antiguos, su visión cosmogónica y hasta sus sentimientos.