Gumiho: el espíritu de nueve colas

La figura del zorro de nueve colas se encuentra dentro de la tradición cultural china, japonesa y coreana. En China recibe el nombre de Huli jing (狐狸精) y puede ser un espíritu benigno o maligno. En Japón se le conoce como Kyūbi no kitsune (九尾の狐) y se caracteriza por ser un espíritu de sabiduría infinita. En Corea del Sur se le conoce como Gumiho (구미호) y es considerado un espíritu maligno.

Se considera que la leyenda del espíritu de nueve colas tiene su origen en China. La creencia era que los zorros, con forma humana, solían ser depredadores y unos estafadores. No obstante, existían algunas excepciones y podían aparecer retratados como madres y mujeres virtuosas.

En la tradición coreana estos zorros son mujeres y malvados, en la mayor parte de los casos. Normalmente toman forma humana para seducir o devorar a los hombres. Esto está relacionado con el término coreano 여우 (zorro) que se utiliza para referirse a mujeres con mala reputación. Por tanto, la leyenda de las gumiho suele sigue esta línea de planteamiento.

The jewel of the fox tongue’s  y The fox-girl and her brother son dos de las historias más conocidas en la cultura coreana. Ambas tratan la figura de la gumiho con una serie de elementos en común.

The jewel of the fox tongue’s cuenta la historia de un gumiho que, para ascender a los cielos, tiene que conseguir la energía de 100 hombres. Para ello debe pasar una joya de su boca a la del hombre, puesto que la joya se encargará de arrebatarle la energía. La gumiho, guiada por su deseo, se hace pasar por estudiante y consigue hacerse con la energía de 99 alumnos varones. No obstante, cuando intenta hacer lo mismo con el número 100, el joven se traga la joya. Al hacerlo consigue el conocimiento necesario para acabar con la gumiho. Por eso, ayudado del pueblo, da caza a la gumiho y acaba con ella.

The fox girl and her brother o The fox sister cuenta la historia de un matrimonio que solo había tenido hijos y que deseaban tener una hija. Por ello, le piden a los cielos que les bendigan con una hija y sus plegarias son escuchadas. Todo parece ir bien hasta que la niña se hace mayor (las versiones difieren en este dato). De pronto los animales de la granja donde viven comienzan a aparecer muertos, sin que nadie sepa el motivo. Hasta que un día uno de los hijos ve a su hermana comiéndose el hígado de uno de los animales. Sus otros dos hermanos también son testigos en otra ocasión y se lo cuentan a sus padres. No obstante no les creen y acaban haciendo que se marchen. Los tres hermanos visitan a un monje que, al oír lo ocurrido, les habla de la verdadera naturaleza de la hermana y les obsequia con tres botellas mágicas para acabar con la gumiho. Con esta idea en mente los tres hermanos vuelven a la granja, pero solo encuentran devastación. La gumiho ha acabado con todos. Al ser descubierta intenta huir, pero con la ayuda de las tres botellas los hermanos acaban con ella.

Ambas historias tienen una serie de elementos en común:

  1. En ambas historias, pese a que las gumiho tienen poderes sobrenaturales, son retratadas como seres que se sienten inferiores. Por eso quieren ascender a los cielos o convertirse en humanas.
  2. Para conseguir su propósito las gumiho deben hacerse con la energía de los hombres, para ascender a los cielos, o comerse sus hígados para convertirse en humanas.
  3. En ambas historias el final trágico de las gumiho está relacionado con un objeto de gran valor. Ya sea la joya de las gumiho o las tres botellas, estos objetos impiden que las gumiho consigan cumplir su deseo.
  4. Cuando la verdadera naturaleza de las gumiho sale a la luz son cazadas y asesinadas.

Estos elementos que hemos visto reflejados en estas dos historias aparecen prácticamente en toda la tradición folclórica coreana. La figura de la gumiho siempre es vista como un ser astuto y malvado que está dispuesto a cualquier cosa para conseguir su objetivo.

No obstante, la figura de la gumiho ha adquirido un nuevo matiz a raíz de dos adaptaciones en la gran pantalla: Gumiho (1994) y My girlfriend is a gumiho (2010). Tanto la película como el drama nos ofrecen una peculiar visión de este ser sobrenatural.

En Gumiho vemos una figura limitada por la sociedad humana y por su deseo de pertenecer a ella, pese a que es imposible. Se nos muestra una sociedad oscura y caótica que contrasta con la, aparente, calma y paz del hogar de la gumiho. Sin embargo, cuando nos adentramos en la historia, descubrimos que su hogar es tan caótico como la sociedad en la que vive. Se nos intenta transmitir el mensaje de que la gumiho ansía tanto ser parte de ese mundo que, al final, acaba rodeándose de él incluso en la seguridad de su hogar.

La modificación del mito es, cuanto menos, interesante. Si antes habíamos estado viendo que la gumiho se deshacía de los humanos sin un ápice de arrepentimiento, en la película vemos cómo se trata el altruismo. Para que la gumiho alcance la humanidad, un humano debe morir. Y es cuando la gumiho se enfrenta a esta situación, cuando descubrimos este tratamiento.

En My girlfriend is a gumiho vemos cómo se trata el tema de la discriminación racial. A lo largo del drama se muestra en reiteradas ocasiones cómo se rechaza a la protagonista por ser una gumiho. No hay nadie que la acepte por quién es, si no que todos la juzgan por qué es. Esta discriminación es una constante en el drama, quizá una muestra de cómo ciertos sectores de la sociedad coreana aún mantienen una mentalidad cerrada en cuanto a pertenecer a otra cultura se refiere.

Pese a que la figura de la gumiho se ha tratado como un espíritu malvado, no deja de ser la historia de un ser sobrenatural que desea ser humano. Una historia trágica que se encuentra en casi todas las culturas, no hay que olvidar La sirenita. Una historia de sueños imposibles y del deseo de hacer lo que sea necesario para cumplirlos.

Fuentes