Yi Sang: novelista y poeta de la literatura surrealista coreana

En un contexto convulso durante los años 30 en el continente europeo, en Corea nació una nueva forma de entender la literatura. El surrealismo, movimiento literario y artístico surgido en Francia en 1920, se manifestó en Corea rompiendo con los parámetros de la literatura tradicional. En este artículo nos acercamos al surrealismo coreano desde la mirada de su máximo representante: Yi Sang, miembro del primer grupo literario que actuó bajo el estandarte de la literatura surrealista, la Generación del 34.

Las obras de Yi Sang, seudónimo cuyo significado en coreano es “extraño” (이상), hacen honor a su nombre. Autores contemporáneos a Yi Sang vieron con extrañeza sus obras, llegando incluso a tacharlas de absurdas. En este sentido, el vanguardismo de este autor fue más lejos de lo que se podía tolerar en su época, y es que adaptó el modernismo antes de que se hiciera en la propia literatura coreana.

Yi Sang nació en Seúl como Kim Hae-gyeong (김해경), el 20 de agosto de 1910. El 22 de agosto de ese mismo año Corea había sido anexionada al Imperio de Japón, situación que perduraría hasta el 15 de agosto de 1945. El fallecimiento de Yi Sang el 17 de abril de 1937, a los 26 años de edad, le imposibilitó vivir en una Corea libre del dominio nipón. Su vida y, en consecuencia, su obra literaria se vieron fuertemente influenciadas por el período histórico que atravesó su país.

Puede decirse que su obra tenía como objetivo defender, o incluso rescatar, una identidad nacional que estaba en peligro de extinción. Pese a ello, su obra se juzga ajena a los intereses de la literatura nacional coreana durante décadas. El uso de una escritura de carácter simbólico y personal lo alejan del realismo social de sus contemporáneos, quienes plasmaban en sus obras una ideología fuertemente marcada por el movimiento de liberación nacional. Es a partir de la década de los 60 cuando la crítica comenzó a advertir que su obra representaba una respuesta, aunque singular y compleja, a la invasión japonesa.

La infancia de Yi Sang no fue precisamente feliz. Debido al fallecimiento de sus padres fue dado en adopción a su tío paterno en 1912, quien se encargó de su crianza y educación. Su tío era el primogéntio de la familia y, en asuencia de descendencia, Yi Sang tuvo que cargar con la responsabilidad de perpetuar el clan familiar de acuerdo a unos estrictos parámetros confucianos. A este hecho hay que sumarle que la mujer de su tío (su madre adoptiva) negaba cualquier tipo de afecto al pequeño Yi Sang, preocupándose únicamente por el hijo que tuvo de su primer matrimonio.

Desde muy pronto mostró un gran interés por la pintura, pero finalmente ingresó en la Escuela de Ingeniería de Gyeongseong (nombre coreano que recibía Seúl durante la ocupación japonesa) donde se graduó como ingeniero arquitectónico, siguiendo así la misma trayectoria que su tío, quien impartía clases de arquitectura en la misma universidad. Durante sus estudios continuó dedicándole tiempo a la pintura, y también a la lectura.

Yi Sang como pintor durante sus estudios en la Escuela de Ingeniería de Gyeongseong.

Consiguió un buen trabajo como arquitecto del gobierno colonial japonés y sus poemas y narraciones se publicaron en diversas revistas literarias (nunca se publicaron en forma de libro), cuyos lectores instantáneamente rechazaron, incapaces de entender y aceptar sus provocadoras propuestas. Es en esa época cuando comenzó a utilizar el seudónimo de “Yi Sang”, puesto que sus compañeros japoneses le llamaban erróneamente “Yi San” (Señor Yi, en japonés).

Yi Sang como arquitecto del gobierno colonial japonés.

En 1931 se le diagnosticó tuberculosis, una enfermedad entonces incurable. Por ese motivo abandonó su puesto de trabajo y se retiró al campo. En ese período dedicó su tiempo a la lectura y a la escritura. Leía en inglés y en francés a sus poetas favoritos de la vanguardia europea, lo que le permitía prescindir de las traducciones al coreano; y sus escritos abarcaban tanto los poemas como los ensayos y las novelas. Pero también ocupó su tiempo en otros quehaceres: el alcohol y sucesivas relaciones turbulentas con prostitutas.

Es en esta época cuando se sucedieron sus más fructíferos años de creación literaria. La fatídica visión de cuervo que le atormentaba da título a una serie de quince poemas: “A vista de cuervo”. En estos quince poemas convergen circunstancias individuales como son la opresión ejercida por su familia, la imposibilidad de alcanzar una relación amorosa estable y el padecimiento de una enfermedad incurable; pero también confluyen circunstancias nacionales, en concreto el clima hostil impuesto por el gobierno colonial japonés.

En el Poema 4 Yi Sang plasma sus conocimientos en geometría y matemáticas (recordemos que estudió arquitectura ). En este poema refleja su desesperanza ante el padecimiento de una enfermedad mortal. La figura numérica es una representación de sí mismo y el diagnóstico que él mismo realiza (0: 1) es desfavorable a cualquier posibilidad de vivir.

Traducción: El problema relacionado con el estado de salud del paciente. El diagnóstico 0·1. 26·10·31. Médico responsable: Yi Sang.

En 1936 contrajo matrimonio con Dongrim Byun, una geisha que había conocido en una taberna rural, y regresó a Seúl. De esta época destaca una de sus obras más conocidas en prosa, “Alas”, que relata la relación de una pareja en la que el protagonista acepta con resignación que su mujer se prostituya en casa. La historia termina cuando el hombre sube a lo alto del edificio y se lanza al vacío, deseando que dos alas se extiendan bajo sus brazos. Con ello, Yi Sang pretende mostrar la impotencia, llevada a los extremos, que los intelectuales tuvieron que soportar durante la opresión colonial:

Salid ya, salid alitas mías.

Volemos, vamos a volar, volemos una vez más.

Una vez más hemos de volar.

En 1936 se trasladó a Tokio. Allí su salud empeoró, pero ello no fue impedimento para que en febrero de 1937 fuera arrestado por la policía como consecuencia de sus escritos de marcado carácter político. Entre ellos destacamos los sijos (breves poemas tradicionales coreanos) de contenido puramente social y político, completamente alejados de los tradicionales sijos líricos. Yoda Junichi es uno de ellos:

Los infantes de marina lo han inundado todo;

¡claro, son de la Marina!—

—Un navío de guerra ha quedado abandonado igual que un zapato.

El título de este sijo hace honor a un poeta japonés, célebre por sus poesías para niños, amigo de Yi Sang. Fue él mismo quien lo publicó en 1956. Se trata de un sijo de marcadas connotaciones políticas. En concreto, hace alusión a la invasión japonesa de Manchuria en septiembre de 1931 y al posterior asesinato del Primer Ministro Inukai Tsuyoshi (1855-1932), quien se opuso a los intentos militares de usurpar el poder civil. Esta actitud, contraria a la supremacía militar en los asuntos de gobierno, condujo a su asesinato a manos de un grupo de radicales de la Marina. Este intento de golpe de Estado es conocido como el Incidente de 15 de mayo.

En abril de 1937 Yi Sang fue internado en el hospital de la Universidad de Tokio, donde acabó falleciendo. Sus cenizas fueron llevadas a Seúl.

 

Referencias