Silicon Valley coreano
Si hay un lugar que pudiera erigirse en heredero de Silicon Valley ese es el Pangyo Tecno Valley, en la provincia de Gyeonggi. Las autoridades en Corea del Sur se han dado cuenta de que disponían de todos los ingredientes para emular el éxito del Valle del Silicio de San Francisco.
Entre los elementos que ya tenían a su disposición en Corea, se encontraban profesionales jóvenes muy cualificados, fruto de una sociedad que tenía en alta estima un buen nivel de educación. Otro factor es la conectividad de la sociedad coreana, que es la mas alta del mundo. Un paseo por el metro o cualquier dependencia pública muestra que la velocidad en la transmisión de datos está a años luz de otras ciudades europeas. Por ello, cualquier proyecto nuevo a nivel de startup, encontrará a buen seguro, una receptividad mayor en Corea del Sur que en otras partes del mundo.
También hay otro factor, como el hecho de que las grandes empresas, o Chaebol, no garantizan ya un empleo seguro para una generación joven muy preparada. De ahí, que la solución sea innovar y emprender. A ello se ha puesto el gobierno, creando el marco propicio para que los jóvenes no vean el trabajo en una gran empresa como Samsung, su única opción vital, sino que se puede hacer una gran aportación al país a través de una cultura del emprendimiento que se quiere fomentar mediante el Pangyo Tecno Valley.
Startups procedentes de Pangyo
Gracias a la infraestructura que ha supuesto Pangyo desde 2014, han surgido startups surcoreanas conocidas mundialmente:
- Aplicaciones para móviles de interacciones por video con gente afín: Azar Live.
- Plataforma de comercio electrónico de comida ecológica: Marketkurly.
- Plataforma de competición e-sports: KSV.
- Red social y de selección de personal: Wanted lab.
- Almacén datos en la nube: Bespin.
El ecosistema creado en Pangyo es el adecuado. Ahora solo falta atraer talento de todo el mundo. Eso contribuiría a enriquecer el intercambio de ideas y proyectos que ya ha supuesto Silicon Valley. Han comenzado a atraer a jóvenes coreano-americanos que sirvan de catapulta de atracción para emprendedores de todo el mundo. El futuro pinta prometedor, especialmente en Pangyo.