La opinión pública sobre Moon Jae In

Las seis repúblicas de Corea del Sur

Cada período entre cambios sustanciales de la Constitución o Legislación se ha considerando una república diferente en Corea del Sur. Después de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, Corea del Sur se sumió en un gobierno militarizado. Pasaron muchos años de transiciones y reformas económicas, planes quinquenales y pobreza para poder llegar a donde el país está hoy. Desde 1988 se considera que Corea del Sur llegó a ser un Estado completamente democrático. A este período se le conoce como «sexta república». Ha sido relativamente estable, con presidentes sucesivamente elegidos en elecciones libres. Sin embargo, un escándalo acabó con el gobierno de Park Geun-hye (박근혜). Y Moon Jae-in (문재인) llegó al poder.

Popularidad

Según las encuestas realizadas por la KBS, es el presidente con mayor porcentaje de aceptación. En el primer año desde su investidura, Moon Jae-in ya tiene la tasa de apoyo popular más alta. Las cifras alcanzan un total del 68 %. Por lo que hay casi un 70 % de ciudadanos que está de acuerdo en que él sea el jefe de Estado, incluso un año después de su investidura. No obstante, es más importante lo que los ciudadanos valoran positivamente del presidente; se trata de su habilidad diplomática, su contribución a retomar el diálogo intercoreano y la fluida comunicación con el pueblo.

Estas características, aunque parezcan comunes para las democracias, son bastante nuevas para este territorio. Corea del Sur es una democracia temprana que, poco a poco, se va abriendo más al mundo. Y, la comunicación fluida con el pueblo es un concepto relativamente reciente. Después de los largos años de gobierno militar, la trayectoria democrática del actual presidente está siendo acogida con los brazos abiertos.

Corea del Norte, bienestar social y cambios legislativos

Por otro lado está el tema del diálogo intercoreano. Aunque sea más sencillo optar por el rechazo al norte, el presidente actual está tratando de retomar las relaciones. Por supuesto, siempre desde la necesidad de una desnuclearización del territorio. Abordando el tema con diálogo y entendimiento, Moon Jae-in está tratando de mejorar el estado actual de las relaciones entre ambas Coreas.

Moon Jae In se reúne con Kim Yo Jong, hermana de Kim Jong Un, y el jefe ceremonial de Corea del Norte, Kim Yong Nam.

Por otro lado, Moon Jae-in es un presidente más comprometido con el bienestar de los ciudadanos. Su gobierno quiere impulsar las reformas sociales. El objetivo principal sería eliminar las malas prácticas que siguen presentes en las instituciones de poder. Por lo tanto, podemos ver que existe un mayor compromiso hacia su población. Esto no quiere decir que los otros líderes no la tuviesen, sino que en este caso podemos ver un mayor avance legislativo.

Además, el presidente actual ha afirmado que quiere reformar la Carta Magna. Criticando las promesas vacías de los anteriores líderes. Estos se habían comprometido a celebrar un referéndum popular con respecto a la reforma constitucional, pero jamás llegó a suceder. El objetivo principal de estos cambios, según el mismo Moon, sería «concretar el mandato del pueblo surcoreano de construir una nación justa que merezca ser llamada nación».

No obstante, aunque se estén llevando a cabo avances, aún hay mucho camino por recorrer. Si bien es cierto que el actual presidente aboga una sociedad coreana más justa e igualitaria, aún hay muchos aspectos cuestionables en su mandato y opiniones personales. Es el caso, por ejemplo, de su oposición a los matrimonios del mismo sexo y otras reclamaciones de derechos de colectivos LGTB+.

Fuentes: