Los hwarang: caballeros flor

Debido a su posición geoestratégica, Corea siempre ha sido objeto de invasiones constantes por parte de los reinos vecinos. Tiene ganado a pulso el título moderno de «cangrejo entre ballenas». El reino ermitaño siempre ha tenido que contar con una protección especial para defenderse de los gigantes de su alrededor.

Caballeros del Reino de Silla

Una de las élites combatientes más reconocidas tanto en el pasado como en la actualidad son los caballeros conocidos como hwarang (화랑). Los hwarang eran una organización regida por el estado y formada por una élite de hombres jóvenes del antiguo reino de Corea, Silla (신라), (57 a.C. – 935 d.C.). Conocidos como los caballeros o chicos de la flor, los hwarang eran hijos de nobles que estudiaban literatura, música, baile y medicina china, además de técnicas de combate tanto armado como mano a mano, para poder cultivarse física y mentalmente.

Los jóvenes de la flor también eran conocidos por ser individuos de mentalidad abierta que solían reunirse en lugares rebosantes de belleza natural, como cerca de los ríos o de las montañas sagradas, para cantar o bailar. Además, estaban influenciados por distintas filosofías, como el budismo, el confucianismo, o incluso el taoismo o el chamanismo, que fueron tan populares en la península. Gracias a estos conocimientos, los hwarang podían fortalecer y purificar su energía interna para así alcanzar niveles espirituales más altos cuando entrasen en combate.

Esta joven élite estaba al servicio del estado, de la familia y de ellos mismos. Luchaban de forma diligente, combinando su disciplina con el trabajo duro. Logrando ganarse una alta reputación a pesar de la juventud con la que entraban en combate.

Los hwarang seguían un ideal conocido como «el camino del viento y la luna». No tiene un significado concreto, era un conjunto de enseñanzas lideradas por el nacionalismo y el desafío a la muerte. Dentro de su formación, había cinco relaciones que regían su código de conducta: servir al rey con lealtad, servir a los padres de uno con lealtad, mostrar siempre lealtad a los amigos de uno, jamás retirarse en la batalla y no matar de manera innecesaria.

Figura histórica recuperada

Aunque estos guerreros perderían importancia poco a poco, su figura jamás desapareció de la historia. En 1980, cuando el nacionalismo coreano estaba en auge, se descubrió un manuscrito llamado «Las crónicas de los hwarang». Así, la popularidad de estos antiguos jóvenes resurgió.

Además, diversos personajes históricos fundamentales en la historia de Corea formaron parte de esta élite. Por ejemplo, el general Kim Yushin, su hijo Wonsul o Kwanchang; que dió su vida en la batalla contra el reino de Baekje (백제).

Por otro lado, los jóvenes de la flor también le dieron nombre a una técnica de taekwondo llamada hwa-rang.

Sin olvidar, que siguen siendo motivo de inspiración en la actualidad para escritores y productores; como en el caso de la serie de TV llamada «Hwarang: The Poet Warrior Youth».

 

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