El cine en Corea del Sur (II)

1960-1980

Tratábamos en el artículo anterior el origen del cine surcoreano, pero nos quedábamos en la década de los sesenta. ¿Qué tiene de especial esta década? Se produce un cambio de gobierno.

Syngman Rhee abandona el poder y sube al gobierno Park Chung Hee. La aparición de Park Chung Hee tiene, para la industria cinematográfica, una gran importancia. La época entre 1955 y 1969 se conoce como ‘la edad dorada’ del cine surcoreano debido a las medidas que Park Chung Hee estableció.

Empecemos por la ‘Ley del cine’. Esta ley se basaba en un sistema de cuotas que había que cumplir. Park restringió la cantidad de películas que se importaban de otros países, de este modo cortando más o menos el flujo de influencia que Japón podía tener en el país mediante su cine.

A parte de restringir estas importaciones, también creó una cuota a cumplir de producción de películas dentro del propio país.  La cuota a cumplir era de 15 películas nacionales por año para cada una de las distribuidoras dentro del propio país. Esto llevó a que de una producción anual de 8 largometrajes, Corea del Sur produjese un total de 111 películas. Durante esta época, Corea del Sur estaba industrializándose, modificando sus estructuras económicas dentro y fuera de las empresas para poder mejorar su propio país y volverse competentes a nivel nacional.

"The Houseguest and my mother", del director Shing San-Ok, se estrenó en 1967 y cuenta con un remake realizado en 2007.
«The Houseguest and my mother», del director Shing San-Ok.

El gobierno aprovechó también para deshacerse, en aquel entonces de la Unión de Promoción de Cine Coreano, y creó su propia asociación para promover el cine bajo el nombre de ‘Asociación de Promoción de Corea del Motion Picture Corporation’ o también conocida como MPPC. Esta institución se creó en abril de 1973.

Aunque la idea de la creación de esta institución era la promoción del cine, el objetivo real era el control de esta industria creando, de nuevo, una censura en los temas que los directores podían tratar en sus largometrajes. Uno de los temas más recurrentes en las películas que se realizaron en Corea del Sur, durante la post-guerra, es el carácter nacionalista del país y la propaganda anti-comunista que se incluía en las películas.

1980-actualidad

En los ochenta, el cine coreano se enfrentó a una significativa reforma que implicó la libertad en la producción de las películas. Desde 1980, la V República dio un paso muy importante, pasando de una sociedad cerrada y controlada a otra abierta y democrática. Fue, específicamente el presidente Roh Tae Woon quién eliminó el dirigismo cultural existente, permitiendo a los directores volver a centrarse en temas sociales y políticos.

En estos momentos, el cine coreano se estaba viendo sobrepasado por el cine occidental. A partir de 1980, los medios se volvieron más ‘libres’. En 1988, los estudios cinematográficos de Hollywood comenzaron a establecer oficinas distribuidoras en Corea del Sur.

En 1994, durante el gobierno de Kim Young Sam (김영삼), se estableció la política ‘Seghyehwa’. Respondiendo a las presiones externas que solicitaban medidas para una liberación del mercado.

Además, Corea también adaptó la estrategia de ‘aprender de Hollywood’. Se comenzó a invertir más en producción nacional, con ayuda de los estudios cinematográficos ya situados en el país.

Sala de cine del centro comercial COEX de Seúl.

Desde 1997, el cine coreano logró superar en la taquilla a las películas más populares de Hollywood. Debido sobretodo, a que el sistema de cuotas para el cine aún permanecía vigente. Finalmente, este sistema se modificó para abrirse al mercado internacional, permitiendo que más películas occidentales se proyectasen en sus cines.

Actualmente el cine coreano está regresando a su época dorada. Las producciones nacionales están aumentando y muchas de ellas están visitando festivales cinematográficos tan importantes como Cannes.

Además, la apertura de plataformas online para la visualización de series ha abierto nuevas posibilidades. Se han creado diversas series y películas que están presentes en Netflix y que han traído al mundo de cabeza. Desde Train to Busan hasta Okja, estos últimos años defintivamente, el cine surcoreano nos ha dado de qué hablar.

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