Gracias a su posición geoestratégica, Corea ha sido influenciada por distintos estilos en lo que se refiere a su cultura. Es decir, la tradición china y japonesa ha salpicado los estilos escogidos por los coreanos en el arte. Lejos de ser un problema, esto ha dejado un legado increíble de piezas y figuras artísticas que se conservan incluso en la actualidad.
Gracias al propio estilo y tradición coreanos, y a los esfuerzos del gobierno, hoy en día podemos contemplar muchas de estas maravillas. En este artículo vamos a dar un paso más y ver las distintas esculturas más profundamente, ¡no os lo perdáis!
Escultura tradicional
La Gruta de Seokguram, ermita del budismo coreano
Es uno de los bienes tangibles más importantes del patrimonio coreano. Se trata de un santuario que ya se empieza a conocer en el mundo como una de las mayores obras budistas. La gruta se encuentra en el Templo de Bulguksa, en la cima de la montaña de Tohamsan. Esta se construyó al mismo tiempo que el templo, en la época del reino de Silla. Está formada por cientos y cientos de bloques de granito blanco. Además, se encuentra frente al Mar del Este, en un inmenso valle situado en las cordilleras costeras. En sus muros se encuentra un panteón lleno de divinidades que simbolizan la filosofía y estética budistas.
Las máscaras Kwimyon
Estas también pertenecen al período Silla (668-918). Se colocaban en los remates de las vigas de las casas, ya que su funcional principal era espantar a los malos espíritus. Estas se pueden encontrar no solo en Corea, sino también en el British Museum de Londres. Son un ejemplo de la influencia del budismo y la demonología de la antigua Corea.
Quemador de incienso de Baekje
La imagen mostrada a continuación es el único superviviente de su tipo. Este quemador de incienso está hecho de bronce dorado y mide 135 centímetros de alto. En la base se encuentra un dragón, mientras que en la parte media hay una especie de huevo decorado por nubes y seres celestiales. En la cima del mismo se encuentra un ave fénix.
Los escultores y profesionales en el metal coreanos transmitieron su sabiduría a Japón. Estos especialistas pertenecían al reino de Baekje, y tenían buenas relaciones con el territorio nipón (s. VI). Una vez pasado este punto, la escultura coreana se vuelve más independiente. La influencia china cada vez se ve menos en las obras coreanas, que deciden utilizar un estilo propio.
Campanas de bronce
Estas surgieron en el Reino Unificado de Silla (668-935). Eran enormes campanas de bronce que se golpeaban desde un lado con una viga de madera suspendida. Se utilizaban en los templos budistas para anunciar servicios. Además, estas se encontraban en su propio pabellón. La más grande de todas es conocida como Pandok-sa o Emille Bell. Tiene 3,3 metros de altura y más de 2,2 metros de diámetro. Está decorada con flores de loto y seres celestiales. Además, está suspendida por un lazo en forma de dragón. Pesa casi 19 toneladas y se puede ver en el Museo Nacional de Gyongju.
Escultura moderna
Una vez le hemos dado un repaso a la escultura tradicional, ahora vamos a avanzar hacia obras más modernas. Si bien es cierto que los coreanos se han esforzado en conservar estas piezas, también hay artistas enfocados en innovar. ¡Vamos a conocer a algunos de ellos!
Yoo Young-ho (유영호)


Lee Kyu-min (이규민)

Choi Xoo-ang (최수앙)


Kim Won-geum (김원근)

Kim Gyung-min (김경민)

Como estos, hay muchos otros artistas contemporáneos que están triunfando en Corea del Sur. Es importante que, como se ha hecho en el pasado, estas piezas se conserven y sean cuidadas. Aunque hay una larga lista de artistas que podríamos citar, ¡lo mejor es ir a Corea y ver las esculturas nosotros mismos!
Fuentes:
- Apuntes Máster Estudios de Asia Oriental. Universidad de Salamanca.
- Blog El hurgador.
- Korean Artist Project.