Cinco novelas coreanas que deberías leer

Corea del Sur se está volviendo una pieza fundamental en el ajedrez literario mundial. Esto comenzó el año pasado en la London Book Fair, donde la literatura coreana fue el centro de todas las miradas. Más específicamente, la literatura coreana se está creando un nombre gracias a las escritoras de novela negra y ficción transgresiva. Algunas de ellas pueden no ser conocidas o tal vez no les gusten a los lectores estadounidenses, pero realmente merece la pena probar. En la post-era de la etapa Gone Girl, el «negro» desaparece muchas veces cuando se describen libros que suelen terminar con cualquier otra cosa que no sea un final feliz. Sin embargo, estos libros te llevarán a un lugar oscuro de verdad, como «una adolescente que se acuesta con su padre para que se sienta mejor después de que su madre se vaya a la cárcel por hackear a un adolescente», así de oscuro. Ya os lo hemos advertido.

«El público occidental adora los personajes fuertes, activos y fáciles de recordar, mientras que la literatura coreana suele buscar un valor más estético, una veracidad social; en la tranquilidad, normalidad [y] pasividad», dice Deborah Smith, una traductora de literatura coreana que trabaja en Londres y la fundadora de Tilted Axis Press. (Deborah tradujo The Vegetarian, obra de la que se hablará a continuación). «Estas novelas no siguen la tradición del héroe romántico, y la cultura contemporánea no podría ser más individual que la nuestra». Siguiendo estas palabras, aquí os traemos unos cuantos libros que deberíais conocer. Eso sí, no los confundáis con lecturas ligeras.

Han Kang, The Vegetarian

Kang, hija de un reconocido escritor, es una estrella en Corea. The Vegeratian, tres novelas conectadas y publicadas en un único volumen, será su primera obra traducida al inglés. Comienza con una escena que muchos estadounidenses encontrarán familiar, en la que una mujer joven le dice a su familia que se ha vuelto vegetariana. Mientras que muchas de esas escenas suelen utilizarse de manera cómica en la cultura pop estadounidense (como en el caso de Lisa Simpson), la decisión de la heroína de Kang hace que se desencadene una serie de desconcertantes eventos: su matrimonio termina, sus padres reniegan de ella y la misma corre el riesgo de comprometerse. Es una forma compleja y terrorífica de darse cuenta de cómo las decisiones más simples pueden afectar a tantas vidas. También nos muestra la mentalidad tanto de la protagonista vegetariana como de su sufrida hermana, que se vuelve su cuidadora. En un mundo en el que los cuerpos de las mujeres están bajo un escrutinio constante, el deseo de desaparecer de la protagonista resulta terroríficamente familiar.

Suki Kim, The Interpreter

La reciente autobiografía de Kim, Without You, There Is No Us, cuenta detalladamente la experiencia de la misma (nacida en Corea y criada en Estados Unidos) como profesora de inglés de los hijos del 1 % de los norcoreanos. Sin embargo, su novela del 2003 se centra en la experiencia de los inmigrantes coreanos en Estados Unidos a través de la historia de una joven cuyos padres son asesinados en una bodega que ellos mismos gestionan. La protagonista pronto comprende que sus muertes no fueron al azar, sino que poco a poco la llevan a lo más profundo de una comunidad oscura y en la que no se puede confiar. Kim nos muestra la voz de una mujer a caballo entre dos culturas, sin saber si ella misma pertenece a una o a la otra. Muchas de las historias sobre los estadounidenses de la primera generación suelen ser nostálgicas o estar llenas de pena, pero The Interpreter no sigue un camino tan sencillo. 

Krys Lee, Drifting House

Los increíbles relatos cortos de Krys Lee hablan de los coreanos que se sienten fuera de lugar, desde una divorciada que accede a ser una esposa por correo en Los Ángeles para poder comenzar una nueva vida, hasta un niño que intenta huir de Corea del Norte a China cruzando un río congelado. Estas historias pueden ser difíciles de leer, ya que hablan de temas como el abuso, el incesto o el asesinato; pero hay una honestidad subyacente que hace que seamos empáticos con los personajes sin importar cuáles sean sus decisiones durante la historia. El relato corto es una estrategia de escritura muy prestigiosa en Corea, y Lee le da un toque de modernidad a este formato tan antiguo.

Kyung-sook Shin, Please Look After Mom

En el 2012, Kyung-sook Shin se volvió la primera mujer ganadora del premio literario Man Asian, gracias a su libro Please Look After Mom. El argumento básico de la novela es que una anciana desaparece en una estación de metro en Seúl, y que su familia comienza a buscarla. Durante el libro, sus parientes tienen que hacerse a sí mismos varias preguntas sobre si realmente conocían a su madre y qué tipo de vida tenía además de cuidarlos a todos. Shin le dijo a la CNN que llevaba queriendo escribir este libro durante 30 años: «Me llevó mucho tiempo escribirlo porque mi concepto de “madre” cambió mucho durante los años. Tuve que pensar mucho sobre mi propia madre durante ese tiempo, y descubrí que pensar en tu madre realmente es como estar pensando en ti». Shin también dijo que el libro, que vendió 10 millones de copias solamente en Corea, habla del concepto coreano de han, que a veces se traduce como «un sentimiento de tristeza y opresión» o «una tristeza profunda y prolongada».

Nora Okja Keller, Fox Girl

Las dos novelas de Okja Keller, Comfort Women y Fox Girl, hablan de la cultura de las «mujeres de compañía» que fueron forzadas a prostituirse durante la Segunda Guerra Mundial. Las mujeres de Fox Girl sufren frecuentemente de degradación y humillación; una de ellas adquiere la reputación de «hacer cosas que nadie más haría». A veces, leer esta novela te hace sentir como si te diesen un puñetazo en el estómago, pero es ese sentimiento de incomodidad lo que hace que merezca la pena leer el libro. Considerando que no fue hasta el 1990 que los gobiernos tanto coreano como japonés admitieron lo que les pasó a las mujeres de compañía durante la guerra, la novela de Keller fue muy revolucionaria. Smith añade que la literatura coreana centrada en mujeres es un tema particularmente interesante estos días: «la sociedad coreana cambia todo el tiempo con la globalización. El papel de la mujer es muy interesante, creo que cuando un lector occidental lea un libro coreano pensará que tiene suerte, pero que también se planteará si realmente somos tan libres como creemos, o si estamos utilizando esa libertad tanto como deberíamos».

Traducción del inglés por Celia Royo del artículo original de Vanity Fair.